En Ferraz expresaron ayer que no hay desavenencias importantes con sus socios de Unidas Podemos y que la coincidencia es casi plena. Sin embargo, atendiendo a las últimas declaraciones desde el partido morado, se avecinan fricciones en lo que respecta a la negociación presupuestaria, que Podemos quiere que desemboque en unas cuentas con un importante refuerzo del gasto público.
En cualquier caso, el PSOE asegura que los líos internos no son de calado y que la relación va viento en popa. Así lo defendió ayer la nueva portavoz de la Ejecutiva socialista y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que negó que haya problemas entre los socios del Gobierno y recalcó que “en el 99% desarrollan una agenda que no tiene discusión ni para uno ni para otro”.
En una entrevista con El País, la ministra incidió en que lo que pretende el Gobierno es mantener la coalición hasta el final de la legislatura, en tanto que reconoció que se lleva mejor con la actual vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, que con Pablo Iglesias.
Montero aseguró estar “absolutamente convencida” de que el PSOE ganará las elecciones municipales, las autonómicas y las generales pese a los malos resultados del partido en las últimas encuestas, que para la ministra “pueden tener lecturas interesadas”.
Pero la relación entre socios no parece tan distendida si se escucha a la otra pata del Gobierno, que ya prepara una dura negociación para pactar unas cuentas expansivas con los socialistas y una reforma fiscal.
Ayer, el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, defendió la necesidad de elevar el techo de gasto para disponer de unos Presupuestos Generales “expansivos” para 2023. También marcó como crucial desplegar en ellos una reforma fiscal, pues de ella depende “todo lo demás”, como potenciar el gasto social.
Además, reclamó la aprobación de la nueva Ley de Vivienda y la derogación de la ley mordaza antes de iniciar la negociación presupuestaria, y advirtió al PSOE de que sería un “error programático e ideológico” pactar “medidas de derechas” con el PP.
Durante una entrevista con Europa Press, Echenique señaló que el ala socialista no ha contactado aún con su formación sobre el techo de gasto, pero el grupo confederal tiene claro que debe subir para elevar, a su vez, la inversión pública en medio de otra crisis económica, a raíz de la guerra de Ucrania.
Y es que, según dijo, Europa y España entendieron durante la pandemia que “lo público debía estar ahí” para proteger a la ciudadanía y, ahora, el contexto es “idéntico” y no se debe “debilitar la acción pública”, sino desplegar “más inversión”, que es perfectamente “viable” si se aumentan los ingresos con esa reforma fiscal progresiva.
De hecho, recordó que el Estado español está ocho puntos por debajo de la media europea de recaudación y eso se traduce en una merma de recursos para los servicios públicos entre 80.000 y 90.000 millones. Por tanto, llamó a superar esa norma económica “muy perversa” que postula menos inversión para cuadrar las cuentas cuando hay mucho margen para elevar el gasto y reducir la deuda a la vez, si las grandes empresas pagan más tributos.
Gasto militar
También razonó que la solución a esta crisis “no es aumentar el gasto militar” y tratarán de convencer al PSOE de que “no es una medida sensata”, porque el Estado “no está en guerra” sino sufre los efectos económicos del conflicto en Ucrania.
Cuestionado sobre si podrían exigir más gasto social a cambio de elevar el presupuesto de Defensa, el portavoz del grupo confederal dijo que “es verdad que matemáticamente hablando se puede aumentar ambas cosas, es obvio”, pero al mismo tiempo “es obvio también que si no aumentas el gasto militar puedes aumentar más el gasto social”.