Valientes soldados de la legión romana, escoceses, tiroleses, aguerridos Caballeros Templarios, piratas y hasta una pareja de novios, y sus invitados, engalanados para la ocasión para conmemorar sus bodas de oro. Son los diversos y divertidos atuendos elegidos por un grupo de amigos apasionados de la montaña que, desde hace más de medio siglo, suben al punto más elevado de Araba y Bizkaia en fechas cercanas a la Navidad para colocar, en la Cruz de Gorbeia situada a 1.482 metros de altitud, un humilde y sencillo portal de Belén. La cita será, en esta ocasión, el domingo 18 de diciembre y los protagonistas de esta nueva gesta serán unos fieros vikingos que ya están preparando toda la indumentaria necesaria para poder llegar a la cima, independientemente de las condiciones climatológicas, y dejar constancia de la conquista del emblemático y querido monumento con banderas nórdicas.
El punto de partida de la expedición volverá a ser el refugio de Egiriñao, en terrenos del municipio arratiano de Zeanuri, donde pasarán noche, descansarán y repondrán fuerzas “para, a las 10.30 horas del domingo, partir hacia la cumbre”, avanza Josu Beltrán, uno de los miembros más veteranos del grupo. En la Cruz de Gorbeia esperan estarán puntuales, a las 12.00 horas, “para instalar allí en belén montañero o belén de cumbres más longevo de toda Euskal Herria”, destacan. Y es que, la tradición cumple su 53 edición ininterrumpida ya que ni la meteorología adversa –en forma de espesa niebla, lluvia intensa, frío extremo o nieve– ni, más recientemente, la pandemia han podido evitar su celebración.
Pesebre desde 1970
Fue un diciembre de 1970 cuando Pablo Valencia, relojero navarro afincado en Bilbao ya fallecido, colocó por primera vez un pesebre montañero en uno de los pilares de la Cruz de Gorbeia. Lo hizo en solitario, portando un sencillo misterio de figuras de procedencia polaca que le habían regalado y al que protegió en el interior de una caja de madera. Así lo siguió haciendo durante varios años hasta que se vio limitado por su avanzada edad. Era 1974 y, en aquel momento, tomó el relevo de la bella costumbre navideña el montañero bilbaino Txema Sainz-Ezkerra, al que se unieron de inmediato su hermano Jesús Mari y un amigo, Javi Ezquerra. Por su parte, Josu Beltrán se sumó en 1986 a una iniciativa que ha contagiado a un nutrido grupo de montañeros y amantes de Gorbeia que, además, dan a este entrañable acto una nota de color y diversión al ir, cada año, con un disfraz diferente.
Y, como también es costumbre, “está invitada a participar cualquier persona que quiera venir. Y si alguien tiene por casa un disfraz de vikingo, con más razón aún”, apunta Beltrán. A pesar de su ferocidad, el grupo de nórdicos tendrá preparados dulces obsequios para los más peques que tengan la valentía de acompañarles en este bonito evento navideño.
Como siempre, la gesta quedará inmortalizada para el recuerdo con numerosas fotografías y el pequeño belén Montañero se retirará de allí una vez que terminen el periodo festivo, para protegerlo y que esté en perfectas condiciones de cara a la ascensión, que a buen seguro, tendrá lugar en diciembre de 2023.