Dar visibilidad a la dislexia y animar a las familias de Azkoitia a sumarse a Dislegi convirtieron la Herriko Plaza en el escenario de una gran fiesta a lo largo de la mañana del sábado. Niños y mayores tuvieron la oportunidad de conocer mejor este trastorno neurobiológico que afecta a las habilidades lingüísticas asociadas a la lectura y a la escritura, la memoria a corto plazo, la secuenciación fonológica y la percepción de las letras, y lo hicieron en un ambiente festivo en el que practicaron aeróbic, tomaron parte en talleres de dibujo y maquillaje, cantaron y hasta corrieron delante de los cabezudos. Jessica Tena, madre de una niña con dislexia, se mostró contenta por el desarrollo de la fiesta. “Queríamos dar visibilidad a la dislexia y mostrar qué hay detrás de ella. La gente es reacia a reconocer que sus hijos tienen dislexia, pero no hay nada que esconder. Es importante agruparse. En Azkoitia somos dos las familias que participamos en las actividades de Dislegi, más en concreto, en las que lleva a cabo Dislegi Debabarrena. Sus miembros nos han ayudado a hacer posible el encuentro de hoy, y sería importante que otras familias de Azkoitia que viven esta situación se sumarán también a esta asociación”.
Apoyo en el aprendizaje
El desconocimiento de la dislexia tiene consecuencias contraproducentes, en especial en el periodo formativo de la infancia y la juventud. “La dislexia es un trastorno neurobiológico, no una discapacidad intelectual o sensorial, ni una falta de motivación, madurez o atención, ni tampoco consecuencia de un problema emocional”, por eso, señalan desde Dislegi, “es importante que los centros docentes conozcan las particularidades de estos alumnos para adoptar unas medidas de apoyo que faciliten su proceso de aprendizaje”.