El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro pidió a sus ministros en una reunión de julio de 2022 que actuaran y cuestionaran tanto como fuera posible la legitimidad de las elecciones que iban a celebrarse en octubre. "No podemos dejar que lleguen las elecciones y que pase lo que tiene pinta", dijo.
"Sabemos que, si reaccionamos después, Brasil se va a asumir en el caso, se va a convertir en una gran guerrilla, en una hoguera. ¿Alguien tiene duda que la izquierda, como está yendo, va a ganar las elecciones? No tiene sentido que tenga el 80% de los votos. Ellos van a ganar las elecciones", dijo Bolsonaro.
Macroperación
Esta afirmación se sustrae de una reunión ministerial celebrada el 5 de julio de 2022 grabada en vídeo, a la que han tenido acceso los medios brasileños, y que es pieza central de la investigación que la Policía Federal ha puesto en marcha contra él y algunos de sus aliados por posibles delitos de golpe de Estado.
De acuerdo con la Policía Federal, en esa hora de grabación queda patente "el arreglo de una dinámica golpista en el ámbito de la cúpula del gobierno". La grabación muestra a un Bolsonaro visiblemente alterado que no escatima en insultos al presidente Luiz Inácio Lula da Silva o a jueces del Tribunal Supremo, como Alexandre de Moraes, Edson Fachín, o Luís Roberto Barroso.
"Todos aquí tienen una inteligencia por encima de la media. Todos aquí, como todo el mundo ahí fuera, tiene algo que perder. No podemos dejar que lleguen las elecciones y que pase lo que tiene pinta (...) creo que han llegado a la conclusión. Tenemos que hacer algo antes", dijo Bolsonaro.
"Vamos a tener que actuar"
"Lo que está en juego es más grande que todos nosotros, es la mierda de la libertad. Más claro imposible. Vamos a tener que actuar", se escucha decir a Bolsonaro en otro momento de la grabación, en la que también se le escucha reprochar a sus ministros que no parecen querer "cambiar la situación".
"¿Alguien tiene duda de lo que va a pasar el día 2 de octubre? ¿Qué resultado va a salir a las 22 horas en la televisión? ¿Alguien tiene dudas? Vamos a tener que entrar con un recurso en el Tribunal Supremo (...) Nadie quiere cambiar la situación, nadie quiere dar el golpe... Nadie quiere sacar al Ejército a la calle (...) Ya estamos viendo lo que está pasando. ¿A qué estamos esperando?", se preguntaba.
Registros en su domicilio
Este jueves, la Policía Federal de Brasil registró la casa de Bolsonaro en Angra dos Reis, en el estado de Río de Janeiro, y le retiró el pasaporte. Una medida que también dispuso para sus socios implicados en esta supuesta trama golpista para mantenerle en el poder tras las elecciones de octubre de 2022.
La Policía ejecutó una treintena de órdenes de registro y varias detenciones, entre ellas las de antiguos asesores de Bolsonaro, como Filipe Martins y el coronel Marcelo Camara, así como la del mayor de las Fuerzas Especiales del Ejército, Rafael Martins, en el marco de la operación 'Tempus Veritatis'.
Durante los registros, la Policía también detuvo al presidente del Partido Liberal (PL), Valdemar Costa Neto, al encontrarle un arma de fuego cuyos permisos no estaban en regla. Entre los sospechosos de participar en esta trama está los exministros de Defensa Walter Braga Netto y Paulo Sérgio Nogueira, o el exjefe del Gabinete de Seguridad, el general Augusto Heleno Ribeiro.
Plan golpista
De acuerdo con la investigación, los sospechosos difundieron teorías infundadas de fraude en las elecciones de 2022 antes de que se celebraran con el objetivo de legitimar una intervención militar posterior.
La trama constaría de dos partes, una primera llevada a cabo por las llamadas 'milicias digitales', encargadas de difundir a través de los medios y las redes sociales las supuestas irregularidades del proceso electoral, mientras que en la segunda, que contaría con el aval de algunos militares, se concretaría la asonada.
La investigación de la Policía halló un 'borrador' golpista en el que se contemplaba los arrestos de los jueces del Tribunal Supremo Gilmar Mendes y Alexandre de Moraes, así como el del presidente del Senador, Rodrigo Pacheco.
La Policía sostiene que Bolsonaro pidió retirar los nombres de Pacheco y Mendes, no así el de De Moraes, cuya agenda estaba detallada en ese borrador para que pudiera ser en todo momento seguido y en caso de golpe, arrestado.
Asimismo, descubrieron que los militares afines presionaron a los que se mostraban contrarios y que el entonces asesor de Bolsonaro, el coronel Mauro Cid --su nombre aparece en otras causas que implican al expresidente--, recibió 100.000 reales (18.000 euros) para sufragar los gastos que pudieran ir surgiendo.