El bar Fishcotheque ha abierto sus puertas en el número 20 de la calle Manuel Iradier dispuesto a remover los pilares del centro de la ciudad con la buena música y los vídeos de la década de los 80 y 90 como bandera . "Tampoco nos olvidamos de las canciones y tendencias de la música actual", apostilla Pepo Pérez Rosa, responsable del local y encargado de amenizar la estancia a los clientes que se acerquen a este punto de Manuel Iradier.
Como complemento a las canciones que inundan el nuevo recinto, se complementa la apuesta por la música con proyecciones de los vídeos de esas mismas canciones de hace cuatro décadas. "Será también un recuerdo para esas formas de promoción y difusión de las sintonías que a todos nos traen tantos recuerdos y contemplar las formas de trabajo de esos años", explica Pérez Rosa. El mismo se encarga de pinchar las canciones y controlar las proyecciones en las pantallas repartidas por el amplio local.
Revitalizar el centro
Además de la sintonía musical que seduce desde el mismo momento que se pisa el renovado Fishcotheque, otro de los puntos de enganche es la "atención, detalles y sonrisas para los clientes. Reivindicar el buen rollo", resume en cuatro palabras Pérez Rosa.
Desde el jueves por la tarde, el local trabaja también por "revitalizar e intentar que la gente vuelva al centro y sea un lugar referente como hace años", concreta el responsable del local, consciente del desplome en la actividad económica y social en lo que fue el salón de estar de Vitoria. Su ubicación, en el número 20 de la calle Manuel Iradier, le coloca a un puñado de metros de la Plaza Amárica y la calle Dato, con destacados y prestigiosos locales de hostelería.
"Buscamos crear sinergias entre todos los bares y restaurantes que estamos tan cerca y que se recupere esa costumbre de recorrer varios locales por las tardes", desea Pérez Rosa en sus primeras horas al otro lado de la barra de Fishcotheque.
La clientela potencial del local es variada y en función de las horas del día congrega a trabajadores de las oficinas cercanas en su tentempié de media mañana, las rondas previas a la comida de los residentes de la zona y de quienes tienen reserva en alguno de los restaurantes cercanos. "Estamos enfocados desde el poteo de quien se toma unos vinos, el café de primera hora o de media mañana, el famoso tardeo o las copas de quienes han comido o cenado en cualquiera de los locales tan próximos", explica la cabeza visible del nuevo negocio.
Otras aperturas en la zona
La apertura de Fishcotheque no se intuye como la última en una zona donde hace cuatro meses abrió sus puertas una trattoria italiana, en la misma calle Manuel Iradier, y en breve un local clásico de la calle Dato volverá a levantar la persiana. En ese mismo entorno, en la calle San Antonio, para comienzos de año, tiene previsto empezar a funcionar un restaurante enfocado a la cocina creativa.
En el apartado gastronómico, Fishcotheque se enfoca, sobre todo, a las raciones y a un picoteo "sencillo, bueno, rico y cuidando el producto", concreta Pérez Rosa.
El origen de Fishcotheque
El último de los aspectos que tampoco pasa desapercibido para los primeros clientes que ya han pisado el lugar es el origen y significado del nombre. En las horas que lleva abierto ya ha tenido Pepo Pérez Rosa que dar unas cuantas explicaciones sobre el origen y motivo que le ha llevado a bautizar con Fishcotheque a esta nueva andadura profesional. "Es el nombre de un disco que compré en el año 1987. Se me quedó grabado por esa mezcla de fish (pescado en inglés) y la parte final de la palabra, discoteca en inglés. Esa conjunción se me quedó grabada desde entonces y me gustaba mucho", explica Pérez Rosa.