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Fiz y Antón celebran las bodas de plata de un duelo épico

Los dos atletas reviven este domingo el histórico maratón de 1997 en Atenas en el que el soriano se coronó campeón del mundo y el gasteiztarra fue subcampeón
Martín Fiz y Abel Antón posan en el Partenón de Atenas, ciudad en la que vivieron un épico duelo en el Mundial de 1997
Martín Fiz y Abel Antón posan en el Partenón de Atenas, ciudad en la que vivieron un épico duelo en el Mundial de 1997

Han pasado poco más de 25 años de una de las mayores gestas del atletismo español. Fue un lejano 10 de agosto de 1997 en el Mundial de Atenas, cuando en la prueba de Maratón Abel Antón se colgaría la medalla de oro por delante de Martín Fiz, quien pese a ser el gran favorito al título se tuvo que conformar con una entonces amarga medalla de plata. Una carrera que los exatletas revivirán este domingo en Atenas con el objetivo de reeditar el duelo que mantuvieron en el Campeonato del Mundo de 1997, donde España consiguió un doblete histórico y polémico, a la vez.

Fiz y Antón reviven en Atenas las bodas de plata de un duelo épico Efe / Cedidas / DNA

Sí, así fue. El gasteiztarra aún recuerda hoy en día cómo vivió aquellos momentos con cierta amargura. “Pensaba que Abel se había aprovechado del esfuerzo que yo había realizado. No hicimos en ningún momento trabajo en equipo y cada uno hizo la guerra por su cuenta de manera individual”, rememora.

Martín Fiz consideró entonces que su compañero de selección no fue leal y le traicionó. La prensa alavesa del momento también fue crítica con el fondista castellano por su actuación en carrera. “Abel fue Caín y birló el oro a Fiz”, tituló en aquel verano de 1997 El Periódico de Álava la crónica de esa carrera, que días después derramaría ríos de tinta.

Fiz comanda el maratón de 1997 por delante de su compañero en la selección española Abel Antón

Fiz comanda el maratón de 1997 por delante de su compañero en la selección española Abel Antón Efe

Y es que el maratoniano alavés entendía que Antón se había llevado la gloria y el título de campeón del mundo tras ir a su rueda durante toda la carrera. Fiz marcaba el ritmo y detrás suyo tenía una sombra inseparable desde el kilómetro 25. Los dos solos. Ni un relevo. Cada uno fiel a su táctica. El gasteiztarra con la esperanza de que su fuerte ritmo en el ascenso le sirviera para descolgar al soriano, mientras que este confiaba en aguantar hasta los metros finales consciente de su mayor punta de velocidad para rematar en la cercanía de meta.

Esto último es lo que ocurrió. Abel Antón lograría cruzar la meta en primera posición tras lanzar un ataque sobre Fiz, que había liderado la cabeza de la carrera hasta los últimos 400 metros. Un cambio de ritmo demoledor a pocos metros de la llegada al estadio Panathinaikó sirvió a Antón para hacerse con la victoria con un tiempo de 2h13:16 y colgarse el oro. Cinco segundos después entraba el gasteiztarra, que cedió la corona mundialista que había logrado en Göteborg 95.

Abel Antón se dispone a entrar ya con cierta ventaja en el estadio Panathinaikó tras haber lanzado pocos metros antes el ataque definitivo a Fiz

Abel Antón se dispone a entrar ya con cierta ventaja en el estadio Panathinaikó tras haber lanzado pocos metros antes el ataque definitivo a Fiz Efe

Landa recuerda la tensión

Doblete histórico. Una gesta increíble para el atletismo español, que se debería haber celebrado por todo lo alto. Sin embargo, la alegría no era tanta como hubiese cabido esperar en el seno de la selección española de atletismo, tal y como desvelaron en su momento algunos de los protagonistas que vivieron de cerca la historia junto a los dos atletas como el propio Luis Miguel Landa, director de fondo de la RFEA.

El técnico no olvida cómo incluso en carrera había demasiada tensión entre ellos y se produjo alguna palabra más alta que otra y tuvo que pedirles calma. “Les dije que no discutieran. Me parece que en el vídeo de Televisión Española se me oye una vez chillarles”.

Tensión. No acabó ahí. Incluso nada más cruzar la línea de meta los ánimos estaban tan encendidos que el propio Landa tuvo que intervenir para tratar de apaciguarlos. “Bajé a la pista y venían discutiendo. Yo llevaba una bandera de España y me puse entre los dos para celebrar. En la televisión se ve cómo les pido que se callen para, por lo menos, salir bien en la foto”.

Abel Antón posa con una bandera española y Fiz con una ikurriña en el estadio Panathinaikó tras proclamarse campeón y subcampeón del mundo en 1997

Abel Antón posa con una bandera española y Fiz con una ikurriña en el estadio Panathinaikó tras proclamarse campeón y subcampeón del mundo en 1997 Efe

División. No solo en el seno de la selección española la hubo. Aquella manera de resolver la carrera dividió a los aficionados de manera espontánea. Los partidarios de Fiz sostenían que Antón se había aprovechando de él, mientras que los defensores de Antón, que esto es atletismo y que sálvese quien pueda.

Sin embargo, en un primer momento Martín Fiz no lo entendió así. “Tienes sentimientos de impotencia, de rencor hacia tu rival. Porque, quieras que no, has estado trabajando durante 2 horas y 12 minutos y en ese tiempo la pelota la tuve yo. Que te pasen en el último 200 te genera rencor, odio, impotencia...”.

Tienes sentimientos de impotencia, de rencor hacia tu rival. Porque, quieras que no, has estado trabajando durante 2 horas y 12 minutos y en ese tiempo la pelota la tuve yo

Martín Fiz - Atleta

Enfado y mucho recelo entre dos campeones del mundo. De hecho, los siguientes meses a partir de esa carrera todo cambió entre ellos. Buena prueba de ello es que siempre mantuvieron las distancias personales. “No hubo enemistad pero nos mirábamos de reojo y seguimos haciéndolo muchos años después”, reconocía Fiz.

Sin embargo, el tiempo ha curado las heridas. Fiz asume que Antón actuó en buena lid. Nada que objetar a la estrategia del soriano. “Hizo su táctica y me ganó. A estas alturas lo asumo de manera diferente”, zanja al respecto. Ya no hay rencor. Por parte de Antón, todo quedó aclarado hace tiempo. “La polémica puede existir, pero cuando uno sale a competir, va a lo suyo. Te estás jugando el título de campeón del mundo y yo tenía una referencia clara que era Martín. Era el último campeón del mundo, el rival más fuerte y sabía que si le aguantaba hasta el final iba a estar para disputar”.

Fiz y Antón muestran su buena sintonía tras recoger los dorsales del Maratón de Atenas de 2022, en el que de nuevo partirá de la ciudad de Marathon y acabará en el estadio Panathinaikó

Fiz y Antón muestran su buena sintonía tras recoger los dorsales del Maratón de Atenas de 2022, en el que de nuevo partirá de la ciudad de Marathon y acabará en el estadio Panathinaikó Cedida

Le salió bien. Una estrategia perfecta que hoy en día repetiría. Martín también haría lo propio. Cada uno trataría de volver a jugar de nuevo sus bazas, tal y como hicieron hace 25 años. “Necesito correr a ritmo fuerte para descolgar a un atleta tan llegador como Antón. Llevarle con la soga al cuello y tratar de dejarle antes de los kilómetros finales ya que sabía que llegando con él es imposible ganarle porque es muy rápido”, insiste hoy en día el gasteiztarra.

La táctica de Antón

El soriano tampoco variaría un ápice su plan de ruta. “Tenía que aguantarle en la subida, porque sabía que en el descenso tengo una zancada más larga, más velocidad y le podría soltar”. Lecturas distintas. Ambas válidas, y así lo entendieron años después estos dos atletas, que consiguieron convertir esta rivalidad deportiva en una amistad a prueba de bombas. De hecho, el propio Martín ha bromeado en más de una ocasión que a veces son “como un matrimonio, en lo bueno y en lo malo”.

Beneficioso para los dos como precisa Antón: “Esta rivalidad, deportivamente hablando, nos vino muy bien”. De hecho, desde entonces su caché se disparó y en su momento se especuló con la posibilidad de verles juntos de nuevo en una maratón, carrera que se llamaría La maratón del millón de euros por el fijo que podría cobrar cada atleta. No se llegó a producir.

Amigos y sin rencor

Al menos, la sintonía entre ellos fue a más. Buena prueba de ello es que hoy en día los dos imparten conferencias, ayudan a otros atletas y se profesan respeto mutuo. Pues bien, este domingo se volverá a producir una nueva muestra de esa amistad. Antón y Fiz festejarán las bodas de plata de sus medallas, de oro y plata, respectivamente, del maratón de los Mundiales de atletismo de 1997 de Atenas, volviendo a la capital griega para disputar la misma prueba.

Como el soldado griego Filípides en el 490 a.C., Abel Antón y Martín Fiz volverán a recorrer sobre suelo griego la mítica distancia de los 40 kilómetros, que se ampliaron a los actuales 42,195 en los Juegos Olímpicos de Londres de 1908 para que la Reina de Inglaterra pudiera ver la salida de la prueba.

Fiz y Antón posan en el aeropuerto de Madrid este pasado viernes antes de poner rumbo a Atenas

Fiz y Antón posan en el aeropuerto de Madrid este pasado viernes antes de poner rumbo a Atenas Cedida

Desde el altiplano de Maratón, Filípides inició el camino a la carrera hasta Atenas para llegar a tiempo y anunciar a los suyos la victoria lograda sobre el ejército persa, y el mundo occidental quiso rememorar esa hazaña en los primeros Juegos Olímpicos de la historia, en Atenas 1896, y que Abel Antón y Martín Fiz honraron con su pulso hace ahora 25 años.

Ahora volverán a verse las caras un cuarto de siglo después, aunque en esta ocasión sus protagonistas quieren dejar claro que no habrá “tácticas, ni estrategias, ni sprint, ni ganará uno solo. Vamos a ganar todos”, como indica Fiz. “Esta vez no habrá duelo. Vamos a rememorarlo y a correr el maratón, pero vamos a hacerlo, sobre todo, con la idea de disfrutar y pasárnoslo bien con todos los aficionados al atletismo que quieran acompañarnos”, añade Antón

Fiz está lesionado

Además, una inoportuna lesión impedirá a Fiz poder completar la carrera. El gasteiztarra estará en la línea de salida y cubrirá los primeros kilómetros junto a Antón y un grupo de unos 100 atletas que les acompañarán, y se unirá de nuevo a ellos para revivir la espectacular entrada al estadio Panathinaikó y entrar todos juntos en meta. “La idea es terminar la maratón en 3h 30m. Hacer una entrada todos juntos a un ritmo llevadero para ellos y que nos pueda acompañar el mayor número de gente”.

Testigos de lo que en su día fue un duelo épico y muy especial para sus dos protagonistas. “Fue muy importante para el atletismo español y estoy muy ilusionado por volver a correr en Atenas y sobre todo por hacerlo con mucha gente querida como amigos, familiares y conocidos. Porque solo había disponibles 100 dorsales, que si hay más, salimos muchos más”, destaca Antón.

Con emoción también ha vivido las horas previas Martín Fiz, consciente de que fue una carrera que marcaría su trayectoria deportiva. “Fue un hito en el atletismo español que marcó nuestras vidas. La gente nos paraba por las calles y creo que voy a sentir mucha emoción cuando vaya recordando lo que sucedió hace 25 años. ¡Voy a sentir mucha emoción desde que pise Atenas! Revivir dónde le atacaba, dónde él aguantaba. Cada paso, cada zancada y sobre todo esa entrada al estadio Panathinaikó”. Entonces fue a cara de perro. Ahora Fiz y Antón irán de la mano para celebrar los 25 años de un duelo épico.

2022-11-13T11:56:04+01:00
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