Florentino Pérez, el gran impulsor de la fallida Superliga europea, ha repetido presencia en el palco de San Mamés por segunda temporada seguida. El presidente del Real Madrid ha querido ver en directo a sus jugadores en un estadio que poco a poco va conociendo. El máximo mandatario blanco ya estuvo el curso pasado, en el clásico que se disputó en La Catedral en julio en medio de la pandemia. En aquella ocasión, Florentino terminó con una ausencia de nueve años en Bilbao.
El presidente de ACS se enfadó por las críticas de la Junta Directiva presidida entonces con Josu Urrutia. En el centro de la discusión, la decisión del Madrid de no ceder el Santiago Bernabéu para la final de Copa de la edición 2011-12, en la que el Athletic se midió al Barcelona. Florentino no quería ver al conjunto culé levantar un título en Chamartín, por lo que puso como excusa que iba a acometer unas obras en los baños del estadio. Pero ahora con Aitor Elizegi en Ibaigane y sin público en las gradas, parece que Florentino está más cómodo.