El Fondo Isuri, puestos en marcha por el Gobierno Vasco para paliar los efectos de la invasión rusa de Ucrania, tienen dos líneas de actuación. Por una parte, ayudar a esas personas que ya estaban en desventaja social antes de que la invasión comenzara, y cuya situación se ha agravado y por otra, de ayuda a los ucranianos que se han refugiado en Euskadi.
Una invasión terrible que deja más de 4.000 peticiones de asilo y miles de desplazados, cuestiones sobre las que han reflexionado en una mesa redonda moderada por la directora de Deia, Marta Martin, Iñigo Cortazar, de Cáritas Bizkaia y Arantxa Chacón, de Zehar Errefuxiatuekin.