La isla de Formentera se encuentra en el mar Mediterráneo y forma parte del archipiélago balear. Junto a Ibiza conforma las Islas Pitiusas, separadas por tan solo unos 3 kilómetros.
Formentera es la isla habitada más pequeña de las Baleares (83,2 km2) y cuenta con una peculiar forma recortada que hace que tenga una gran extensión de costa (69 km), salpicada de espectaculares playas y calas y curiosos rincones costeros.
Cuenta con un perfil muy plano, y de hecho su punto más alto es sa Talaïassa, en el altiplano de la Mola, a únicamente 192 metros sobre el nivel del mar.
Es una isla accesible y cómoda de transitar, que se puede recorrer en su mayor parte en bicicleta a través de sus rutas verdes, además de por su interior rural, donde el turista puede adentrarse en pueblos de auténtica esencia mediterránea.
En cuanto a carreteras, su arteria principal (PM-820) atraviesa la isla de este a oeste entre el puerto de La Savina y el faro de la Mola, separados por lo que supone la mayor longitud de la isla, poco menos de 20 km.
Desde el momento en el que el viajero desembarca en Formentera respira ese aire de calma tan característico y enseguida se siente cautivado por sus gentes, su atmósfera inigualable y unas aguas únicas por su transparencia y color turquesa, que evocan latitudes tropicales.
Pueblos
Los pueblos de Formentera contienen la esencia mediterránea en su más puro estado. Enclaves como Sant Francesc, La Savina, Sant Ferran, Es Pujols, Es Caló y El Pilar de la Mola contienen una belleza única.
Sant Francesc Xavier
Sant Francesc Xavier es la capital de Formentera, la población principal de la isla, y el lugar donde tiene la sede el Consell Insular (ayuntamiento) y los principales servicios de la isla.
El epicentro y edificio más relevante es la iglesia parroquial. El aspecto austero de la iglesia se debe a que el edificio se planteó como fortaleza defensiva, además de como templo religioso, en una época en que el recuerdo de la piratería estaba aún muy presente. Destaca su puerta revestida de planchas de hierro. La iglesia fue terminada en 1738 y está situada frente al Consell Insular.
La Savina
En el extremo occidental de la isla encontramos el puerto de La Savina, un lugar de paso obligado para todos los visitantes pues aquí es donde atracan todos los barcos procedentes de Eivissa. Este puerto se extiende desde el Estany des Peix y termina en sa Sequi.
Es Pujols
En la costa norte de Formentera, entre la playa de Llevant y Punta Prima, se halla la pequeña población de Es Pujols, un núcleo urbano que a lo largo de los años ha ido creciendo hasta convertirse en la principal zona turística de Formentera.
La oferta hotelera es muy variada y se adapta a todos los perfiles. También los restaurantes son otro de sus principales atractivos, y existen de todas clases, desde comida local hasta restaurantes de cocina internacional.
Es Caló de Sant Agustí
Mientras, Es Caló de Sant Agustí es una pequeña población de tradición pesquera con un peculiar puerto natural y restaurantes tradicionales. Sus varaderos de madera, cuya función es resguardar del agua salada las pequeñas embarcaciones, fueron declarados lugar de interés cultural en 2002. Es muy recomendable visitar su puerto natural y los restaurantes de comida tradicional de la zona.
El paseo por los alrededores está lleno de contrastes: las pequeñas calas de arena de Ses Platgetes al oeste y los acantilados de la Mola al este. Muy cerca se encuentra el punto de partida de la ruta verde 25, que recorre íntegramente el camino histórico para subir a La Mola, conocido como el Camí de Sa Pujada.
El Pilar de la Mola
Y no podemos olvidarnos del Pilar de la Mola, la población que goza de mayor tranquilidad en toda la isla. Su privilegiada ubicación en la cima de la meseta de la Mola, la convierte en el núcleo urbano más aislado, aunque las tardes de miércoles y domingo de mayo a octubre, su mercado de artesanía convierte a este lugar en el principal atractivo de la isla para visitantes y residentes.
El pueblo del Pilar de la Mola se organiza a ambos lados de la carretera principal. Más allá del pueblo, encontramos multitud de paredes de piedra seca que acotan los campos, cuyo cultivo estrella es la uva con la que se elaboran los vinos típicos de la tierra.
Playas
Como hemos señalado antes, Formentera posee un buen número de playas y calas.
Ses Illetes
Declarada en más de una ocasión como una de las playas más bellas del mundo, la playa de Ses Illetes es, probablemente, el paisaje más representativo de la espectacular costa de Formentera.
Esta playa se sitúa dentro del Parque Natural de Ses Salines de Eivissa y Formentera ocupando gran parte de la península de es Trucadors, extremo norte de la isla de Formentera, y con orientación hacia poniente.
Ses Illetes
Son más de 450 metros de playa, que se dividen en dos debido a una pequeña zona rocosa que se encuentra en medio. Su nombre hace referencia a varios islotes que se despliegan frente a esta costa -Illa de Tramuntana, Illa des Forn, Escull des Pou, Illa Redona y Escull d'en Palla-. Su presencia hace que el paisaje de esta playa sea más singular, si cabe.
Lo más destacable de esta playa son sus aguas tranquilas, poco profundas y de colores turquesas, que junto a la arena blanca de la orilla la convierten en un paisaje paradisíaco.
También hay diversos restaurantes de diferentes estilos que se reparten a lo largo de estas costas. Por tanto, se trata de una playa ideal también para los niños por su seguridad y los distintos servicios a disposición de los visitantes.
Ses Platgetes
Mientras, la costa norte de Formentera que se extiende más allá de Punta Prima en dirección a la Mola, es conocida como la costa de Tramuntana debido a su orientación norte. Y es en esta zona donde se localiza un rincón encantador y poco frecuentado que se llama Ses Platgetes.
El significado de su nombre hace referencia al pequeño tamaño de estas playas, pero entre todas suman aproximadamente unos 600 metros de longitud. Bajo este nombre se resume toda la zona arenosa donde darse un baño junto al Caló de Sant Agustí, pero antiguamente eran conocidas como Platgeta de Prop, Platgeta d'Enmig y Platgeta de més enllà en función de la distancia a la que se encuentran del Caló.
Así pues, se trata de tres arenales fragmentados por zonas rocosas, pero en todas ellas se puede estirar la toalla cómodamente para disfrutar de su poca afluencia turística y de las increíbles vistas hacia los acantilados de La Mola.
Es Pujols y Sa Roqueta
Por su parte, como ya hemos señalado anteriormente, Es Pujols es uno de los núcleos turísticos más importantes de la isla, pero probablemente la clave de su éxito se halle en su magnífica playa des Pujols, un amplio arenal que recorre 690 metros de costa que acompaña todo el paseo marítimo de esta zona.
Es Pujols
Al oeste comunica con la playa de Levante de la península des Trucadors mientras que la frontera natural del oeste son los acantilados de Punta Prima.
Además cuenta con la ventaja de tener a solo un paso de distancia toda clase de servicios para pasar un perfecto día de playa, como restaurantes de comida típica, italiana, hamburgueserías, cafeterías y heladerías, además de farmacias, boutiques, supermercados o souvenirs.
Paseando apenas 10 minutos se llega a otra playa contigua conocida como Sa Roqueta. Su aislamiento la convierte en un lugar poco frecuentado que huye de masificaciones, aunque los vientos de levante predominantes en verano provocan un ligero oleaje en su orilla.
Esta costa, pese a no ser la primera opción para muchos turistas, es una gran elección para aquellos que buscan la tranquilidad.
Migjorn
Asimismo, Migjorn es el nombre que recibe la costa sur de Formentera que se extiende a lo largo de cinco kilómetros de playas paradisíacas. Esta es la playa más extensa de toda la isla y se compone de diversas calas que se dividen por la intercalación de zonas rocosas y de arena. Cada una de ellas recibe su propio nombre y cuentan con varios acceso.
En la zona más occidental encontramos playas como la del Mal Pas, es Ca Marí, es Racó Fondo, es Codol Foradat, la playa des Valencians, es Arenals... Cada una tiene sus propias características, siendo algunas más aptas que otras para darse un baño cómodamente.
Las más populares suelen ser es Ca Marí, es Arenals y es Copinar por contar con un perfecto fondo marino arenoso que se prolonga mar adentro.
Playa de Llevant
Por su parte, y como su propio nombre indica, la playa de Llevant se encuentra orientada hacia el este y ocupa toda la costa opuesta de Illetes en la península des Trucadors. En algunos tramos, su proximidad es tal, que recorriendo apenas cincuenta metros, el turista puede ir de una playa a otra sin problemas, o simplemente instalar la toalla en medio de las dos y disfrutar de lo mejor de ambas costas.
Esta playa también cuenta con una costa de 1450 metros de arena blanca y aguas cristalinas con los azules propios de Formentera. La amplitud media es de 90 metros, aproximadamente. Algunas zonas cuentan con salientes de roca que crean pequeños rinconcitos.
Cala Saona
También hay que hablar de Cala Saona, conocida por ser la joya de la costa occidental de Formentera, siendo la única playa de arena que se esconde entre los acantilados que se imponen en toda la parte suroeste de la isla. A diferencia de las playas abiertas del resto de la isla, se trata de una cala, una pequeña ensenada flanqueada por acantilados.
Lo que más llama la atención de esta playa es su fondo arenoso de aguas turquesas al igual que muchas playas de Formentera, pero aquí, además, se puede disfrutar de uno de los mejores atardeceres de la isla, donde el sol se esconde tras el horizonte. Además, al tratarse de un lugar resguardado, antaño se aprovechó para construir muchas casetas varadero que cobijan los tradicionales llauts, dándole un encanto especial a este particular rincón.
Finalmente, hay que destacar que la primera playa al entrar en el Parque Natural de las Salinas de Eivissa y Formentera que encontramos se llama Cavall d'en Borràs, un lugar menos popular que su vecina playa de Illetes pero, al igual que ella, guarda una belleza salvaje de aguas cristalinas y fina arena blanca que se entremezcla con la posidonia.
Otro de sus puntos fuertes es el frondoso bosque de sabinas que la cobijan, que junto al sistema dunar protegido, conforman el paisaje idílico de una playa salvaje. Sus aguas poco profundas y el ausente oleaje acaban por definirla como el perfecto destino tanto para las familias con niños como para la gente que busque relajarse en plena naturaleza.
Veranos secos, inviernos templados y poca abundancia de lluvias caracterizan el clima de Formentera. Un clima atractivo para disfrutar de una naturaleza de una enorme belleza. Y es que, a pesar de su escaso tamaño, Formentera es un gran tesoro para el turista.