Aunque las exposiciones van a poder visitarse durante los próximos tres meses, hoy es un día especial, el de la inauguración. Pero como la propuesta que hacen los autores es tan singular, hasta este acto va a ser diferente en todos los sentidos. La primera cita con el público es a las 18.00 horas en la calle Siervas de Jesús. En el Dar Que Hablar va a estar La Cuberta, obra de Gasteiz Atelier Colectivo. Unos 60 minutos después, la comitiva va a la plaza de la Virgen Blanca. En el Dublín se pone de largo Prohivid-19, de Josetxu Silgo. El broche es hacia las ocho en la cuesta de San Vicente. En el Aldapa se abre Arles Outdoors, de Iván Martín.
La excusa para este despliegue es el concurso que se ha organizado en la capital alavesa con motivo de los 20 años de visitas ininterrumpidas del certamen de fotoperiodismo World Press Photo a Vitoria. Se trata de unir a creadores no profesionales con espacios abiertos al público pero que no se dedican a exponer, sino a menesteres de todo tipo.
Pintxo-pote fotográfico
“Si ganamos algún premio, bien, pero no se trata de competir”, apuntan ambos autores, que formaron el Gasteiz Atelier Colectivo en 2013, horas antes de afrontar este “pintxo-pote fotográfico” junto con toda aquella persona que quiera sumarse. “Los tres locales nos han recibido con los brazos abiertos y la verdad es que es de agradecer”, describen, conscientes de que en este caso, el dónde también es muy importante. Cada lugar, al fin y al cabo, presenta sus oportunidades y también “sus retos”.
En el caso de la obra que presentan de manera conjunta en Siervas, La Cuberta retrata espacios de Vitoria que, en teoría, no han sido beneficiados, después de 30 años, de la instalación de una serie de emisores de ondas electromagnéticas diseñadas por un ingeniero gallego para emitir buenas vibraciones a personas y edificios. “Lo que presentamos es el encargo que nos ha hecho el Ayuntamiento de Gasteiz para investigar, a través de fotografías, esas zonas a las que no han llegado estas ondas”. A partir de aquí, y para no seguir dando más datos, solo queda mencionar un nombre que cualquier aficionado a la fotografía sabrá descifrar y que tiene que ver con el título de la muestra: Joan Fontcuberta.
En cuanto a lo que se va a poder ver en la Virgen Blanca, Silgo mira de frente a la actualidad, a lo vivido desde marzo de 2020 con respecto a la situación sanitaria. “Durante la pandemia hemos sufrido un poco de abuso por parte de nuestros dirigentes con respecto a las prohibiciones, en ocasiones absurdas”, explica el autor, que aquí trata de presentar una sátira visual, una crítica llena de humor hacia esa “especie de Fuera de Servicio que hemos vivido”.
En el caso de Martín, en la cuesta de San Vicente se comparte con el público un trabajo que tiene como centro de atención la ciudad francesa de Arles y su conocido festival de fotografía. “Es curioso porque la mayor parte de las imágenes que puedes encontrar del evento en Internet son de interiores”, así que el autor mira al exterior durante la celebración del certamen. “Quería palpar el ambiente”, lo que se refleja en estas imágenes.