El Gobierno de Francia ha anunciado que ofrecerá 150 euros al mes a las familias que acojan en su vivienda a refugiados ucranianos, una ayuda con la que esperan llegar a entre 5.000 y 12.000 hogares y que ya había adelantado, sin dar cifras, la primera ministra, Elisabeth Borne.
La medida introduce entre sus criterios que la acogida se prolongue durante al menos tres meses y tiene efectos retroactivos, desde el 1 de abril. En principio, expira el 31 de diciembre, según las "precisiones" ofrecidas este miércoles por el responsable de Ciudades y Vivienda, Olivier Klein.
Los beneficiarios deberán haber gestionado la acogida a través de la administración o de alguna ONG, de tal manera que quienes hayan actuado al margen tendrán que recibir algún tipo de certificación previa por parte de las autoridades locales.
"Esta medida financiera excepcional permite apoyar la generosidad espontánea constatada tras el estallido de la guerra en Ucrania, un eslabón fundamental en la gestión de la crisis y en la acogida de las personas desplazadas", ha destacado Klein en un comunicado.