Francia anunció este jueves la detención de un pesquero británico frente a las costas del puerto de Le Havre para multarlo por diferentes infracciones en un momento en que las relaciones entre los dos países se tensan precisamente por las licencias de pesca que París reclama a Londres a cuenta del Brexit.
El Gobierno francés indicó en un comunicado que una de sus patrulleras de la Gendarmería llevó a cabo ayer controles a dos barcos en la bahía del Sena tras su decisión de endurecer la supervisión en el Canal de la Mancha "en el contexto de las discusiones sobre las licencias con el Reino Unido y la Comisión Europea".
Uno de los pesqueros intentó inicialmente eludir el control de la patrullera, según el Ministerio francés del Mar, hasta que tras las advertencias de los gendarmes accedió a que estos realizaran verificaciones. Los agentes no encontraron ninguna infracción, pero le multaron por resistirse a su control.
En el otro pesquero británico controlado, los gendarmes constataron que no figuraba en las listas de licencias acordadas por la Comisión Europea y Francia y el Reino Unido y fue conducido al puerto de Le Havre donde se le ha abierto un procedimiento.
El Ejecutivo francés hizo hincapié en que ese procedimiento puede llevar a la confiscación de la pesca que llevara así como a su inmovilización hasta el pago de una multa.
"Eso representa consecuencias económicas importantes para el armador", subrayó el Ministerio del Mar en su comunicado, que también añadió que el capitán podría ser objeto de "sanciones penales".
El secretario de Estado de Asuntos Europeos, Clément Beaune, señaló este jueves en declaraciones al canal CNews que el Gobierno británico del primer ministro Boris Johnson no entiende más que "el lenguaje de la fuerza" en este contencioso.
Beaune añadió que le parece que los británicos han entendido que hay que volver a la mesa de negociaciones "pero si no lo hacen, continuaremos".
El refuerzo de los controles en el Canal de la Mancha son la primera consecuencia de las advertencias del Ejecutivo francés que por boca de su portavoz, Gabriel Attal, avisó de que se les acababa la paciencia, y reiteró que estaban preparando una serie de medidas de represalia si no hay una concertación antes de finales de mes.
Para París, Londres no ha concedido a los pescadores franceses casi la mitad de las licencias de pesca a las que considera que tiene derecho para faenar en las aguas jurisdiccionales británicas (sobre todo en torno a las islas anglo-normandas, más cercanas a Francia que al Reino Unido) en virtud del acuerdo del Brexit.
Attal avanzó que se preparan controles sistemáticos de los productos pesqueros que llegan del Reino Unido, pero también la prohibición de que los barcos británicos desembarquen sus capturas en puertos franceses.
Igualmente se contempla interrumpir o reducir el aprovisionamiento energético de las islas anglo-normandas, alguna de las cuales se alimenta en electricidad por cable submarino que llega desde Francia.