El certificado sanitario que desde este lunes se exigirá en Francia para entrar en bares, restaurantes y otros lugares públicos será válido con una prueba negativa de menos de 72 horas, y no de 48, anunció este domingo el ministro de Sanidad, Olivier Véran.
Además de una PCR o una prueba de antígenos, también se aceptará un autotest, indicó en una entrevista en el diario Le Parisien, según el cual estos cambios frente a lo previsto hasta ahora permitirán afrontar mejor la demanda de pruebas. Esta última semana se efectuaron más de cuatro millones.
El ministro hizo públicas estas modificaciones un día después de que 237.000 personas se manifestaran en toda Francia contra la exigencia de ese certificado y contra la obligación de que el personal sanitario esté vacunado como muy tarde para el 15 de octubre.
"Sea cual sea la cantidad de manifestantes opuestos a la vacuna, siempre será menos que la cifra de franceses que al mismo tiempo se vacunan", indicó.
Las protestas de este sábado, las cuartas consecutivas, fueron las más numerosas hasta la fecha: 204.000 personas habían protestado el pasado sábado, 31 de julio, frente a las 161.000 de la semana anterior o las 110.000 del día 17.
Para Véran, la ampliación a partir de este lunes del certificado sanitario, que desde el 21 de julio ya se exigía para entrar en lugares culturales y de ocio como cines, bibliotecas o museos, no es una obligación de vacunación encubierta.
"Es una incitación a vacunarse, a hacerse una prueba o a no ir a lugares muy concurridos", dice sobre ese documento que exige la pauta de vacunación completa, un test negativo o un justificante de haber superado el coronavirus.