El undécimo día de huelga en Francia de este jueves contra la reforma de las pensiones impulsada por el Gobierno de Emmanuel Macron provoca cancelaciones y retrasos en cuatro aeropuertos del país, además de parones en el transporte público.
Según un comunicado, la Dirección General de Aviación Civil de Francia (DGAC) ha asegurado que se producirán retrasos y cancelaciones del tráfico aéreo desde ayer hasta el viernes. En otras jornadas de huelga, DGAC ha pedido a las aerolíneas reducir sus vuelos entre un 20%-25%.
La huelga general afecta a los aeropuertos de Marsella, Toulouse, Burdeos y Nantes. Desde los aeropuertos como de la DGAC han avisado de que los pasajeros se comuniquen con su aerolínea para verificar el estado de su vuelo.
Más afecciones
En cuanto al transporte público, sufrirá graves perturbaciones durante la huelga multisectorial de hoy. Es probable que se produzcan retrasos y cancelaciones en los servicios de la SNCF en todo el país.
Interrupciones similares afectarán probablemente a los servicios de la RATP en la capital y a otras redes regionales de transporte público en centros urbanos de todo el país. Las huelgas también pueden afectar a los servicios de trenes Eurostar y provocar retrasos y cancelaciones.
Reuniones
Tras el fracaso de la reunión de este miércoles con el Gobierno, los sindicatos franceses plantan de nuevo cara hoy a la polémica reforma de pensiones aprobada por el Ejecutivo de Emmanuel Macron, con lo que esperan sea una nueva movilización masiva en las calles, la undécima desde enero.
La jornada se anticipa decisiva para mantener la presión mientras se aguarda la decisión del Consejo Constitucional, órgano de interpretación de la Carta Magna francesa, que el próximo 14 de abril deberá validar o no la ley tras su aprobación el pasado 16 de marzo sin el voto del Parlamento.
A la espera de ese veredicto, por el momento el Gobierno se ha mostrado inflexible respecto al mantenimiento de un texto que tiene por eje central el retraso de la edad mínima de jubilación de los 62 a los 64 años.
Movilización masiva
"Tenemos que ser muy numerosos mañana para exigir la retirada de esa reforma injusta y llevar la movilización hasta el final, hasta que el Gobierno entienda que no hay otra salida que retirar el texto", resumió la nueva líder de la Confederación General del Trabajo (CGT), Sophie Binet, al término del infructuoso encuentro intersindical con la primera ministra, Élisabeth Borne.
Esta última, por contra, eligió un tono más conciliador tras la reunión y aseguró que seguirá "siempre disponible" para dialogar.
La incidencia de los paros y el nivel de asistencia a las manifestaciones de este jueves puede ofrecer un nuevo termómetro sobre si el pulso social será capaz de mantener su intensidad a pesar de los intentos del Ejecutivo por pasar página y apaciguar al país.
Papel de los sindicatos
También puede ser un punto de inflexión para testar la capacidad de los sindicatos de proseguir la batalla como un frente unido.
"La única solución es que (la reforma) se pare", recalcó este miércoles en una entrevista nocturna al canal BFM Laurent Berger, secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT, primera central del país), que prometió que aunque hay divergencias entre los sindicatos, hay unidad respecto a la oposición frontal al retraso de la edad de jubilación mínima.
De entrada, las movilizaciones se traducirán en paros en sectores como la educación y el transporte colectivo, como trenes y transporte público, si bien no serán tan intensas como en ocasiones precedentes.
En París, el tráfico del metro será normal en la mayoría de las líneas y el cercanías verá parcialmente disminuidas las frecuencias.
Dispositivo policial
El Gobierno galo ha previsto para esta undécima jornada de protestas un dispositivo policial robusto, aunque algo menor que en otras citas.
Se desplegarán en el país 11.500 agentes, de los que unos 4.000 estarán en París.