El Papa Francisco participará en la reunión a la que han sido convocados todos los obispos españoles por el Dicasterio para el Clero en el Vaticano, el próximo día 28 de noviembre, para abordar las conclusiones de la inspección realizada en los seminarios españoles, ha confirmado un portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE). El Vaticano no suele informar de estas reuniones, pues lo hacen las conferencias episcopales de cada país.
Los obispos españoles indicaron el lunes que los miembros de la plenaria habían sido invitados por el Dicasterio para el Clero, el “ministerio” que se ocupa de los religiosos, a “una reunión de todos los miembros de la Conferencia Episcopal en Roma, el próximo 28 de noviembre”. En ella, “se abordarán las conclusiones del trabajo realizado por los obispos en su visita a los seminarios de España al comienzo de este año”.
El portavoz de la CEE confirmó que el Papa Francisco estará en esta reunión, que es bastante excepcional, ya que el Vaticano no solo suele convocar a la Conferencia Episcopal de un país en su conjunto.
En el encuentro estará presente la cuestión de los abusos, después de la publicación del informe del Defensor del Pueblo, que recoge los resultados de una encuesta en la que el 1,13% de los españoles mayores de edad revela que ha sufrido abusos en el ámbito religioso y un 0,6% por parte de un sacerdote o religioso. Y aún no se ha publicado el informe sobre los abusos que el episcopado español encargó al bufete Cremades & Calvo-Sotelo.
En la reunión se tratarán sobre todo las conclusiones de la inspección que dos obispos uruguayos Milton Luis Tróccoli, obispo de Maldonado, y Arturo Eduardo Fajardo, de Salto, realizaron entre febrero y marzo de este año visitando los 45 seminarios que existen en el Estado tal y como les había encargado por el Papa Francisco.
“El informe es positivo, pero siempre hay algo que revisar”, explicó en una rueda de prensa sobre el tema de los seminarios este martes el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella.
Tras su visita, los dos elaboraron un documento con pautas y recomendaciones que entregaron al prefecto para el Clero, el cardenal surcoreano Lazzaro You Heung-Sik, y que, según medios como la revista católica Vida Nueva, podría resaltar algunas deficiencias en la formación de los seminaristas.
La reunión es bastante excepcional pues el Vaticano no suele convocar a toda la Conferencia Episcopal de un país, a excepción de las llamadas visita ad limina al Papa, que se celebran cada cinco años.
El precedente de Chile
La última vez que el Papa convocó al pleno de una conferencia episcopal fue en mayo de 2018 cuando también llamó al Vaticano a los obispos chilenos para tratar los errores y omisiones en la gestión de los casos de abusos en lo que se vio envuelto el caso del obispo Juan Barrros, acusado de encubrir al sacerdote Fernando Karadima. Entonces, Francisco entregó un documento de 10 páginas en el que acusaba a la jerarquía eclesiástica chilena de negligencia en esos casos y al concluir las reuniones les dio una carta a cada uno de los obispos.
Tras el encuentro, los 34 obispos de Chile ofrecieron su renuncia al Papa Francisco. “Hemos puesto nuestros puestos en manos del Santo Padre y dejaremos que él decida libremente por cada uno de nosotros”, informaron los obispos en una rueda de prensa desde el Vaticano.
Los obispos también pidieron perdón a Chile, a las víctimas de abusos y al Papa por el escándalo.
Tras esa renuncia masiva, que Francisco no aceptó, en enero de 2019 de los obispos volvieron a viajar al Vaticano coincidiendo con la entrega del Informe Scicluna a la Fiscalía Nacional. Como ocurre en el caso de la Conferencia Episcopal española, la visión de los obispos chilenos sobre la actual crisis de la Iglesia en el país que no coincide con lo que el Papa les expresó sobre los abusos en la Iglesia, o, más de fondo, con las medidas a mediano y largo plazo que se deberían tomar para afrontar estos casos.