Mientras algunas perlas baskonistas como Sedekerskis, Kurucs y Raieste son ya una realidad del primer equipo y otras como Savkov, Hanzlik y Cissoko están cerca de conseguirlo y se encuentran realizando la pretemporada a las órdenes de Dusko Ivanovic, el Baskonia continúa captando jugadores con talento y futuro para su cantera que algún día puedan llegar a competir al máximo nivel y ocupar el siempre tedioso cupo de formación. Este es el caso de una de sus últimas incorporaciones, la del base venezolano de 18 años Franger Pirela, que adelantó Gerard Solé y que próximamente será oficializada por el Baskonia.
Se trata de un base que destaca por sus extraordinarias cualidades físicas. A su temprana edad, mide alrededor de los 1,90 metros y ya dio la pasada temporada muestras de lo que es capaz de hacer en la Liga EBA. Pirela, que pasó por la Canarias Basketball Academy, ha promediado este curso 14,5 puntos, 7,4 rebotes y 4,9 asistencias en liga regular con el CB La Matanza canario, cifras extraordinarias que le llevaron a apuntarse al Draft de la NBA, aunque finalmente decidió darse de baja.
Al haber jugado las dos últimas campañas en clubes de formación españoles, todo apunta a que Pirela competirá el curso que viene en el equipo de la Liga EBA del Baskonia, por lo que a partir de 2022 ocupará ya cupo de formación a pesar de tener nacionalidad venezolana. Además, realizará la pretemporada a las órdenes de Dusko Ivanovic, por lo que tendrá una buena oportunidad de curtirse y demostrar su potencial.
Diamante por pulir
Como es lógico, Lolo Pirela todavía está lejos del nivel de la ACB, por lo que en la entidad gasteiztarra deberán trabajar duro con él para que alcance su mejor versión. Sus cualidades atléticas están fuera de toda duda y tiene una gran capacidad para anotar cerca del aro, aunque su lanzamiento desde el perímetro flojea. Con un 27,1% de acierto en lanzamientos de tres, el venezolano deberá pulir su mecánica si quiere convertirse en un base acorde al baloncesto actual. En cuanto a la faceta defensiva, su altura y su capacidad de robar balones –promedió 2,5 intercepciones– lo colocan en un buen punto de partida.