No pudo ser. El Athletic, en medio de un formidable ambiente, se quedó con las ganas de vivir la primera gran noche del curso en San Mamés al ceder ante un férreo Atlético que, sólido en defensa y certero en ataque, no regaló lo más mínimo en un partido de altos vuelos que costó a los leones la segunda derrota de la temporada en casa tras el tropiezo sufrido frente al Espanyol (0-1) en la cuarta jornada. Por idéntico resultado cayeron contra los colchoneros los bilbainos, que enlazan por primera vez en la temporada dos partidos sin ganar tras sumar un solo punto de seis posibles en los dos primeros compromisos con sello europeo ante Sevilla y Atlético.
Lo intentaron hasta el pitido final, pero sin fortuna ni acierto los de Ernesto Valverde. No repitió alineación por cuarta jornada consecutiva el de Viandar de la Vera, quien devolvió la titularidad a Mikel Vesga en detrimento de Dani García. Fue la única variación que introdujo el técnico después de partir con el mismo once contra Rayo Vallecano, Almería y Sevilla, los tres choques que dieron paso al esperado encuentro de anoche, en el que San Mamés, ávido de grandes citas, presentó la mejor entrada tras la pandemia con 48.391 fieles en las gradas. Los 43.484 espectadores que se dieron cita ante el Rayo el pasado mes figuraba hasta la fecha como el registro más alto desde la aparición del covid-19 en marzo de 2020.
No fue suficiente. Después de sumar diez de los quince puntos en juego en San Mamés contra Mallorca (0-0), Valencia (1-0), Espanyol (0-1), Rayo Vallecano (3-2) y Almería (4-0), con un balance de ocho goles a favor y tres en contra frente a rivales sin la jerarquía del Atlético, se esperaba con ganas y expectación la visita de los madrileños a La Catedral, donde ambos equipos regalaron un envite marcado por la intensidad. Sin freno desde el pitido inicial y con fases del encuentro para unos y para otros, el marcador no se movió en los primeros 45 minutos, pero sí en el arranque de un segundo acto en el que apareció el de casi siempre. Para desgracia del Athletic volvió a emerger la alargada sombra de Antoine Griezmann, que perforó las redes rojiblancas como había hecho ya en otras doce ocasiones anteriores.
Con 13 tantos en 29 partidos, el conjunto bilbaino es el rival ante el que más veces ha cantado bingo el internacional francés, cuya diana hizo hincar la rodilla a los de Valverde, que pierden la tercera plaza en la clasificación.