Nada más abrir han venido dos chavales por separado, no eran amigos, y han estrenado la piscina olímpica al aire libre; los dos primeros bañistas de la temporada; el primero ha hecho un par de largos y ha dicho, listo, ya he estado en la piscina; el segundo se ha metido al agua y ha exclamado ¡madre mía!, está helada, me voy", detalla Ekaitz a media mañana mientras aprovecha la nula afluencia de bañistas para comerse el bocadillo del almuerzo. Es su séptimo año como socorrista y desea que la temporada vaya bien. "Venir a la piscinas de Mendi ya es sinónimo de verano y de vacaciones para la gente", indica, al tiempo que una madre sale con su hijo de la piscina infantil de al lado. "A 17 grados está el agua en la pequeña y a 18 grados en la grande", mide el encargado de controlar la temperatura.
El complejo deportivo de Mendizorroza inauguró ayer una campaña de verano, que se prolongará hasta el 18 de septiembre con las controladoras de los tornos de entrada y salida embutidas en sudaderas azul cielo y aparcabicis vacíos. Bajo un cielo encapotado de nubes que ansían retirarse para dar paso al sol y viento fresco, los pocos usuarios que transitan por Mendi llevan raquetas o balones de baloncesto. "Empieza con calma la temporada", comentan Ane y Olatz mientras controlan la entrada a las piscinas. Ellas, de puertas hacia adentro, ya han hecho su trabajo encargándose del montaje de sillas, sombrillas... "El fin de semana va a hacer buen tiempo, así que vendrá más gente", apuntan conocedoras de unas instalaciones en las que han trabajado más años. "Hay personas que viene todos los días del verano a tomar el sol al solarium y cuando acaba el verano los ves que están negros", cuentan.
El Ayuntamiento de Vitoria espera que Mendi recupere todo su esplendor después de dos años de pandemia. Ya no hay círculos pintados en el suelo para delimitar la distancia entre personas a la hora de tomar el sol ni prohibiciones para usar toboganes y pistas deportivas, aunque a la entrada de las instalaciones, un poco más adelante de los tornos se mantiene un dispensador con gel hidroalcohólico.
Alfonso observa las vacías instalaciones sentado en un banco cerca de la piscina aquamendi que hasta el 20 de junio abre sólo por las tardes; los niños y niñas aún tienen clases por las mañanas. Es un asiduo a Mendizorroza, al igual que Maite, pero de momento no se anima a zambullirse en el agua. "Nooo, que hace mucho calor", ironiza. Explica que se han acercado para ver cómo estaban las instalaciones, si todo estaba listo ya para la campaña de verano. Y lo está.
Se acerca Maite, que ha estado inspeccionado el solarium, que es lo que le gusta. Es de las de vuelta y vuelta tomando el sol y se ha dedicado a contar las sombrillas y tumbonas ya preparadas para los usuarios y usuarias: "104 hamacas he contado", cifra antes de narrar los rifi-rafe que todos los veranos tienen ella y su cuadrilla de amigas con el resto de las asiduas al solarium a la hora de pillar tumbona. Este año, además, han retirado las sombrillas y hamacas que solían colocarse al borde de la piscina olímpica. Eso sí, de meterse al agua, nada de nada. "El agua está muy húmeda", bromea mientras se confiesa "de secano". El mar todavía, pero las piscinas le parecen a Maite "una porquería, se mete mucha gente y te empujan, te salpican..."; vamos, que prefiere disfrutar de Mendizorroza vuelta y vuelta bajo el sol sobre la tumbona.
Entre el puesto de helados –cerrado– y la cafetería –ya abierta y con clientes– inicia su jornada Carmen, una estudiante que se estrena en el puesto de socorro. "Es mi primer año, pero por lo que me han comentado mis compañeros, no tenemos que atender casos muy graves, la mayor parte de las personas que viene al botiquín es por picaduras de avispas, cortes, caídas o algún golpe de calor", enumera.
A medida que la jornada avanza se va animando el complejo deportivo de Mendizorroza. El termómetro sube en Vitoria y por la tarde muchos estudiantes ya no tienen clase y sí ganas del primer chapuzón de la temporada de verano, aunque esté fría el agua; otros usuarios y usuarias, al igual que Alfonso y Maite, se acercan para echar un vistazo a las instalaciones, para comprobar que todo está en orden y preparado, ya tienen plan para hoy sábado y mañana domingo: disfrutar de las piscinas. Además, Euskalmet pronostica buen tiempo el fin de semana: sol y temperaturas de veintitantos grados. Comienzan así 115 aptos para el baño y para relajarse en la verde hierba de Mendizorroza. l
"Venir a la piscina siempre está bien, ?es sinónimo de verano ?y de vacaciones"
ekaitz
Socorrista
"Nooo, no me animo a bañarme, que hace mucha calor (bromea); vengo dando un paseo "
alfonso
Usuario de Mendizorroza
"Suelo venir al solarium, soy de secano, de las de vuelta y vuelta, que el agua está muy húmeda"
maite
Usuaria de Mendizorroza
"Lo que más se suele atender son cortes, picaduras de avispas ?y algún golpe de calor"
carmen
Puesto de socorro