Es una de las polémicas que no se pasa de moda: la prohibición de entrar comida y bebida traída de fuera a recintos como salas de cine y festivales de música, que venden sus propios productos y que no quieren perder una vía importante de ingresos. Mientras tanto, los consumidores opinan que ya gastan suficiente dinero con las entradas y con los abonos, y que si a eso hay que sumar el precio de la comida y la bebida, el coste, por ejemplo, de ver una película en el cine se torna excesivo, y más teniendo en cuenta la mejoría de la oferta audiovisual y de la calidad de la imagen y del sonido que hay en las televisiones de muchos hogares.
Lo siguen prohibiendo
Pero a pesar de que ya hay sentencias que dan la razón a clientes a quienes han negado la entrada de comida, con multas a cines por considerarlo una "práctica abusiva", la realidad es que a día de hoy muchos cines siguen indicando que está prohibido llevar alimentos o bebidas que procedan de fuera, porque probablemente les compense más seguir ingresando ese dinero que lo que puedan perder en posibles reclamaciones que casi nadie presenta.
Hay gente que consigue introducir la comida escondida entre la ropa y personas que tratan de burlar la prohibición a lo grande, como un tiktoker que ya no sólo ha buscado meter alimentos en una sala de cine que lo prohíbe, sino cocinarlos dentro. Se trata del mexicano Omar Maldonado, que cuenta con casi 30 millones de seguidores en la red social china y se propuso freír un huevo. “Es posible cocinar en un cine sin que se den cuenta”, ha escrito en un post que en seis días ya han visto cuatro millones de personas.
Material bajo una chaqueta
En la grabación se ve cómo se pega con cinta adhesiva a su cuerpo una cocina portátil, una sartén, una botella de aceite un huevo y bacon, y lo tapa todo poniéndose una chaqueta de cuero grande que disimula bastante bien lo que lleva debajo. Acude al cine, elige una película, compra la entrada y accede a la sala de proyecciones sin llamar la atención de nadie. “Hasta ese momento nadie sospechaba nada, así que el plan estaba saliendo a la perfección”, explica, colocándose en la fila de atrás “para ser lo más sigiloso posible”, aunque no había demasiada gente.
Misión cumplida
Es entonces cuando saca la cocina eléctrica, que según explica en los comentarios la hizo funcionar con una batería portátil, y la sartén, vierte el aceite, lo calienta y echa tanto el huevo como el bacon. “Estaba un poco nervioso. Empezó a salir un poco de humo y creí que me iban a sacar, pero finalmente estaba lista mi comida y pude preparármela en el cine sin que nadie se diera cuenta”, afirma Maldonado, que asegura que “quedó bueno mi huevo”.
Entre los cientos de comentarios recibidos hay quien le recuerda que podían haberse activado los sensores de humo y quien no se cree que sea una acción espontánea, sino pactada con la sala de cine, porque no se explican que nadie se diera cuenta de todo el material que llevaba y que utilizó en público.