Una mujer francesa de 31 años, encarcelada en una prisión de las afueras de París por sus vínculos con el yihadismo, ha estado a punto de escapar este domingo horadando la pared de su celda y saltando con las sábanas convertidas en una suerte de cuerda, han informado fuentes oficiales.
La prisionera arrestada en Fresnes ha ido horadando la pared durante días sin que se percatasen los vigilantes, hasta que el agujero ha sido lo suficientemente amplio como para salir de la celda. Así lo ha hecho, saltando con la ayuda de una especie de cuerda hecha de sábanas.
Sin embargo, la mujer, cuya pena se iba a cumplir próximamente, ha sido arrestada cuando estaba todavía en una zona interior del presidio, a pocos metros de la valla exterior del recinto, gracias a un detector de movimiento sospechoso que ha alertado a los agentes.
La Justicia ha abierto una investigación por evasión y asociación del malhechores.