15 de agosto de 1988
la temporada 1988-89 se encuentra a veinte días para que, oficialmente, dé el pistoletazo de salida al Deportivo Alavés. El 4 de septiembre de 1988 el conjunto albiazul –entrenado por Juan Mari Begoña, padre del posterior albiazul Ibon Begoña– tiene que disputar el primer partido liguero del curso futbolístico. El histórico Arenas de Guecho –la escuadra que jugó en Vitoria en el debut liguero alavesista en Mendizorroza en Primera el 14 de diciembre de 1930– tiene que rendir visita ese 4 de septiembre a nuestra capital.
El lunes 15 de agosto de 1988 el equipo albiazul disputa su cuarto partido de la pretemporada y lo hace en la localidad alavesa de Alegría-Dulantzi, en la final del tradicional torneo veraniego Villa de Alegría. En semifinales los locales habían apeado al Mirandés, mientras que el Deportivo Alavés había hecho lo propio con el Aurrera Vitoria.
En los tres partidos anteriores los de 'Zoco', apelativo cariñoso con el que era conocido Begoña en sus tiempos de futbolista, han dejado buenas sensaciones, sobre todo frente al Real Burgos (1-1) –los castellanos van a jugar en Segunda 'A'– en la localidad burgalesa de Villadiego, tan íntimamente ligada a Juan Arregui, el sábado 13.
El Deportivo Alavés encara su tercera temporada –tras su descenso administrativo en 1986– en la cuarta categoría de nuestro futbol. Las dos anteriores campañas han demostrado a los aficionados albiazules lo difícil que es salir del 'pozo' de Tercera. Josu Ugarte; Aranburuzabala; Josu Argoitia; Tinoko; Manolo; Eneko Garay; Tainta o 'Txuma' Casado son algunas de las caras nuevas que se presentan el 19 de julio en Mendizorroza, en medio de una especie de 'Diluvio Universal', que obliga a los jugadores a guarecerse en las gradas. A lo largo de la pretemporada se irán incorporando más futbolistas: Enrique, Mardaras y Noain.
Si a todo ellos añadimos a Gacho, 'Santi', Feijoo, Ruiz o Urbina de anteriores plantillas y un entrenador del prestigio de Juan Mari Begoña –que ha ascendido a casi todos los equipos a los que ha entrenado– y que rezuma optimismo: "Haré un Deportivo Alavés grande y con mucha ambición", nos da como resultado un conjunto albiazul temible en el Grupo IV de Tercera División. ¡Tampoco se ascenderá!
Desde mediados de la anterior temporada el conjunto de Mendizorroza vive en un estado de convulsión permanente: dimisión del presidente Rozas; puñetazo encima de la mesa de Juan Arregui; llegada como gerente de Arturo Pérez Calvo; reorganización del club; juicios con los ex jugadores Herce y Ollo; otra visita a los juzgados con el ex entrenador Iñaki Espizua, que quiere hacer valer su segundo año de contrato firmado; déficit importante en la temporada anterior o nombramiento de José Luis Menoyo como presidente interino. ¡Tila para los nervios, por favor!