Galán defiende el papel de la energía nuclear para la competitividad europea

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El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha entrado al debate de la energía nuclear. Y lo ha hecho para defender su carácter “absolutamente crucial”. “Con las centrales nucleares que tenemos en funcionamiento hemos demostrado que son seguras y son eficientes, y son absolutamente necesarias para mantener las luces encendidas en un momento en que crecen nuevas demandas como son los centros de datos que requieren suministro estable 24 horas al día durante los siete días de la semana”, señaló Galán durante su intervención en el Foro Económico Mundial, de Davos.

Si bien no se posicionó sobre si se deben construir más centrales nucleares o no, evidenció que países que tienen mucha potencia instalada, como Francia, pueden sacar rendimiento de ello. De hecho, en el país galo está prevista la construcción de ocho reactores nucleares en los próximos 25 años. En el Estado español, por contra, ya está en marcha el calendario para el apagón nuclear, por el que de aquí a diez años se cerrarán los siete reactores nucleares que todavía quedan activos. La primera en echar el cierre será la central de Almaraz; en 2027 será su primera unidad y en 2028, de forma definitiva.

La semana pasada, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, cerró las puertas a un cambio en este calendario. “Hay un acuerdo con las empresas –firmado con su antecesora Teresa Ribera en 2019–”, sentenció en el Spain Investors Day. “El sistema eléctrico necesita contar con fuentes de base estables y con una producción constante como la nuclear, que aporta estabilidad, robustez y potencia firme al sistema, independientemente de condiciones externas”, le respondió el presidente del Foro Nuclear, Ignacio Araluce.

Para el representante del sector, “el mundo lo tiene claro y gobiernos de muy distintos signos apuestan por la energía nuclear con la continuidad de sus reactores y la construcción de nuevas unidades”. “La mayoría de países con centrales nucleares similares a las españolas han decidido su operación a largo plazo al tratarse de la solución óptima tanto desde el punto de vista de la garantía de suministro como de la competitividad económica y los retos ambientales. Sin embargo, en España, donde la contribución de la energía nuclear es muy relevante, se ha decidido su total abandono”, señaló Araluce.

El apagón ha comenzado, además, en un momento en el que la energía nuclear es todavía la segunda fuente de energía tras la eólica. De hecho, en 2024, la energía nuclear produjo una quinta parte de la electricidad que consumida en todo el Estado, con un 9,5%.

Autonomía energética

Y, en medio de este debate, Galán se posicionó esta mañana a favor del papel de la energía nuclear para contribuir a la autonomía energética del bloque comunitario. Durante el coloquio, Galán subrayó la importancia de que Europa aborde la manera de volverse más autónoma en cuanto a sus fuentes de energía, ya que no tiene gas, o sólo un poco, ni petróleo, o sólo un poco, mientras que dispone de viento, energía hidroeléctrica y nuclear.

En este sentido, consideró que esta mayor autonomía energética proporcionaría a la Unión Europea mayor competitividad, aunque advirtió de que la solución “no puede venir del gas”. Y trasladó la sensación de que “el impulso del hidrógeno ya ha disminuido” a pesar de que las empresas estaban dispuestas a hacer inversiones y tenían muchos proyectos. Además, lamentó que, si bien Europa tomó la bandera de la economía verde, se encuentra detrás de aquellos que tradicionalmente han sido señalados como los más contaminantes, como China, donde casi el 30% de su economía está electrificada, por delante de Europa.

De esta forma, el presidente de Iberdrola evidenció el bajo nivel de electrificación de la economía europea, un problema que encuentra su raíz en la falta de redes de distribución de energía. De hecho, según Eurelectric, la patronal eléctrica europea, el continente debe doblar su inversión anual en modernización de las redes eléctricas, para pasar de los 33.000 millones actuales a los 67.000 millones, entre 2025 a 2050.

Y es que se estima que el consumo de electricidad mundial se va a duplicar en los próximos 25 años. “Podemos electrificarnos fácilmente. Ser más eficiente significa menos costes. Así que creo que esas son las cosas que tenemos que hacer”, afirmó Galán, para quien es imprescindible dar impulso ya a las distintas soluciones. Contra todo pronóstico, el debate de la energía nuclear está volviendo. La semana pasada fue en otro encuentro, el de la presentación del último informe del foro empresarial Zedarriak, donde el su director, Guillermo Dorronsoro, pidió abrir el debate sobre este tipo de energía, teniendo en cuenta las necesidades que requiere la transformación digital. “Si Europa apuesta por ahí y en Euskadi se está pensando en otras cosas, nos perderemos esas oportunidades”, apuntó. Una petición que no sentó del todo bien en algunos sectores.

Por ejemplo, el secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, ha señalado esta misma semana que “es un escándalo que ningún partido político haya alzado la voz en contra de la propuesta de Zedarriak sobre invertir en energía nuclear y armamento”. Y es que además de la energía nuclear, Dorronsoro habló de la industria armamentística. Según el director de Zedarriak, “habrá que abrir el debate sobre la industria de Defensa”, donde aseguró que se va a dar “una fantástica oportunidad”. “Si no decimos nada sobre esto en el informe es porque no tenemos una postura común pero sí tenemos la idea de que hay que debatirlo”, sentenció Dorronsoro.