Apenas han transcurrido un par de meses desde que el Araba Euskaraz recalara en Laudio para conmemorar, en este año tan atípico, una fecha muy especial para la ikastola de la localidad; sus cincuenta años de vida difundiendo el euskera por todos los rincones del municipio.
Sin embargo, esta tuvo una precursora en Laudio, concretamente en Galmaka. Cuando el Araba Euskaraz visitó Llodio también en 2011, aprovecharon tal ocasión para homenajear –con motivo, en aquel momento, del 40 aniversario de la actual ikastola– a este primer baluarte del euskera, impulsado por la familia Errazti.
Iñaki García Uribe es miembro del departamento de Etnografía de la sociedad de ciencias Aranzadi, así como investigador y divulgador de la historia del montañismo vasco, y consiguió profundizar en esta historia tras una conferencia que él mismo ofreció en la Fundación Sabino Arana, donde conoció a Txaber Errazti, hijo de Jose Mari Errazti, el fundador del complejo Galmaka.
En conversaciones con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha compartido algunas pinceladas de este pedacito de historia, la de la primera ikastola alavesa, que en plena época del franquismo consiguió salir adelante. Y es que es además la segunda ikastola de Euskal Herria, tras la de Tolosa.
El complejo Galmaka
El complejo Galmaka se encuentra frente a Industrialdea, a la entrada de la localidad, y es precisamente ahí, donde se erigió la ikastola. Cuenta García Uribe que estudiaban unos treinta y cinco alumnos de todas las edades y todos juntos, "algo muy bonito".
Él pudo visitar el complejo, y explica que Jose Mari Errazti construyó allí un lugar de habitabilidad para sus obreros de JEZ, "empresa que curiosamente sigue viva" desde su fundación –recuerda el Gobierno Vasco– en Bilbao en 1926, de la mano de los tres socios fundadores Ceferino Jemein, José Mª y Enrique Errazti y Cipriano de Zenitagoya –trasladada en el 52 a Llodio–. Allí construyó unos caseríos de formato neovasco, así como una ermita.
Y, precisamente ahí, en una de las esquinas, construyó la ikastola, dotando a los hijos de los obreros de aprendizaje en euskera, "algo inédito en Llodio". Después, recuerda García Uribe, acudirían también otros chicos de la comarca. "No solamente construye la ikastola, sino que la dota de todos los recursos necesarios; material, mapas, por supuesto que profesores, etc. Es un mecenas del euskera", incide.