Prefiere pasar desapercibida y rehúye cualquier tipo de foco mediático, pero su labor al frente del coro parroquial durante más de una década merece un reconocimiento. Nekane Bengoetxea, vecina de la localidad, recibió este pasado domingo un cálido homenaje por parte del Ayuntamiento de Gamiz-Fika y de sus vecinos con motivo de los actos previstos por el 8-M, Día Internacional de la Mujer.
Desde 2010, hace ahora 13 años, lleva la batuta del coro parroquial. Una agrupación que cogió el testigo de un coro anterior que amenizaba la vida social del municipio los viernes con su itinerario por los bares del pueblo. Sin embargo, el funeral de uno de sus integrantes y los ensayos de preparación de la ceremonia fueron el punto de encuentro para el nacimiento de una nueva agrupación que hoy en día está integrada por una veintena de personas de entre 59 y 81 años de edad.
Al frente de todos ellos y ellas está Nekane Bengoetxea, organista del municipio durante más de media vida. “Empecé a tocar el órgano con 12 años”, rememora. Una pasión por la música que le ha permitido imprimir su sello personal al coro. “Al principio cantaban temas parroquiales y poco a poco hemos ido incorporado otro tipo de repertorio”, indica.
Las misas y funerales siempre cuentan con su melodiosas voces para poner una nota de color a un momento tan triste, pero también se les puede ver actuar cuando llegan las navidades o la festividad de Santa Águeda. “Nos gusta salir a cantar por los bares”, indica Nekane, que se muestra encantada con el “gran grupo humano” que se ha formado. “Son todos súper majos, muy buena gente”, destaca al tiempo que quita hierro a su papel en la interpretación de cada obra musical. “Un director o directora por sí solo no puede hacer nada, necesita del conjunto”, apunta. No obstante, desde el Ayuntamiento de Gamiz-Fika ponen de relieve el papel que desempeña para la agrupación y para el municipio en general. “Ha mantenido unido el grupo y con su esfuerzo y dedicación ha conseguido crear una gran coral compuesta por vecinos y vecinas del pueblo, de los que saca lo mejor de cada uno. Ha dedicado su tiempo para lograrlo durante años”, ensalza la alcaldesa de Gamiz-Fika, Ana Rubio.
Por eso, en el marco del 8-M, el Consistorio quiso brindarle un sincero reconocimiento. Fue un acto sorpresa que contó con una significativa participación vecinal. Primero se celebró una marcha popular desde el frontón de Gamiz en la que se repartieron un centenar de pañuelos morados a las personas asistentes y después tuvo lugar el homenaje. “Me habían dicho que simplemente se iba a leer un manifiesto y que iba a actuar el coro. No me lo esperaba para nada”, desvela Nekane, quien recibió como obsequio una makila artesanal hecha por un vecino del pueblo para seguir dirigiendo con la misma ilusión y coraje el coro parroquial durante muchos años más.