“Esto es una locura. La vida del famoso”, bromea el corredor gernikarra del Bahrain, un tipo que charla con pausa, con sosiego, que vive en paz consigo mismo después de honrar la memoria del difunto Gino Mäder con una histórica victoria de etapa que es “lo más grande a lo que aspiro”. Ahora, inmerso en la dulce resaca y con el teléfono echando humo, sigue relamiendo el éxito, pero busca no despistarse para seguir exprimiendo la oportunidad que le brinda estar bien ubicado en la clasificación general: “Lo estoy disfrutando, pero también intentando seguir cien por cien concentrado en la carrera, porque me he metido en una situación interesante en la general y no quiero desperdiciar esa oportunidad”. Pello Bilbao es séptimo, pero buscará mejorar. Es su sino.
¿El triunfo de etapa en el Tour es la victoria soñada, la más perseguida?
Está claro. Ganar en el Tour es prácticamente lo máximo a lo que un ciclista puede aspirar, al menos uno que no puede aspirar a ganar la general del Tour. Digamos que quitando eso, es lo siguiente más grande que se puede conseguir en un escaparate como el Tour, y en este caso, en mi caso personal, después de una trayectoria donde he ido consiguiendo cada vez objetivos más potentes, esto es como la culminación después de trece años como profesional, y que llega además en un momento especial para nosotros. Necesitábamos este golpe moral y poder dedicarle una victoria a Gino (Mäder) y ya me quedo en paz conmigo mismo.
Pasados unos días del triunfo, ¿qué siente, qué recuerda?
Siento que ganar en el Tour es una locura. No estoy acostumbrado a esto. Ya vivimos con mucha intensidad esos primeros días en Bilbao, en Donosti… donde nos hicieron sentir como supongo que se pueden sentir los deportistas más famosos, o los futbolistas del Athletic y no sé, ¿no? Nosotros no estamos acostumbrados a tanta atención y la verdad es que me sorprendió y después de haber ganado la etapa pues parecido. Al final, estoy intentando llevarlo con naturalidad, sin estresarme y disfrutando, que son cosas que vienen por algo muy positivo y lo estoy disfrutando, pero también intentando seguir cien por cien concentrado en la carrera, porque me he metido en una situación interesante en la general y no quiero desperdiciar esa oportunidad.
Se trata de una victoria muy emotiva, con mucha carga emocional tras el fallecimiento de Gino Mäder. ¿Cómo lo vivió?
Está claro que ha sido un triunfo muy emotivo. Se podía sentir esa emoción en todo el equipo. Todos los compañeros lo estábamos buscando, todos lo intentaron y lo están intentando a diario y ese día, cuando pudimos culminarlo, pues sentí esa emoción, también en el equipo e incluso diría que en el pelotón; mucha gente se alegró por la dedicatoria y porque Gino merecía una etapa conseguida a lo grande en el Tour.
Era el más rápido de los corredores con los que llegó al esprint. ¿Temió perderlo?
Más que temer, en muchos momentos pensé que estaba invirtiendo mucha energía, que estaba siendo muy generoso, porque era el mejor posicionado de cara a la general y estaba dando mucho la cara. Sentía que quizás iba a pagarlo en meta y que no podría llegar con garantías al esprint, pero la verdad es que fue todo… Fue una jornada redonda, donde todo me salió a la perfección y las circunstancias también me ayudaron a que todo fuera controlado hasta el final y pudiera llegar con opciones hasta los últimos tres kilómetros, que fue donde ya apareció el punto estratégico, donde tuve que tomar las decisiones acertadas y hacer mi mejor esprint.
¿Considera que, de algún modo, ha cerrado el círculo?
Bueno, para mí el círculo todavía sigue abierto, pero dentro de ese círculo diría que esta etapa marca un antes y un después. Es un objetivo muy perseguido y algo que me da una gran tranquilidad de cara al futuro.
¿Cuántas felicitaciones ha recibido?
Es una locura. Todavía sigo teniendo 110 mensajes ahí sin contestar en el WhatsApp. Por Instagram, por Twitter y por todos lados llegan mensajes. Es una pasada. La gente lo entiende, la gente lo quiere hacer, quiere felicitarte, darte la enhorabuena, y por supuesto que es súper positivo y estoy súper agradecido, pero también entenderán que a algunos, según vaya avanzando en la lista, les contestaré quizás una semana más tarde (risas). Me gusta contestar de uno en uno, me gusta contestar a todos y eso requiere de mucho tiempo, cosa que ahora me falta. Al final, con el estrés de la carrera, la recuperación, el fisio, el masaje, las charlas… Entre una cosa y otra, pues poco a poco voy disfrutando de todos los mensajes y contestándolos.
¿Ganar en el Tour es lo máximo?
Supongo que ganar un Mundial, la general del Tour de Francia o del Giro puede ser algo más grande. Pero siento que en mi caso es lo más grande a lo que aspiro. Ha sido algo que en mi carrera marca ese antes y después que decía.
Es séptimo en la general. ¿Qué idea tiene para lo que resta de carrera?
La idea para lo que resta de carrera es bastante clara: seguir en la pelea. Ya se ha visto que voy con todas las intenciones de pelear por un puesto entre los diez mejores. El podio está lejos, pero intentaré que el puesto sea el más cercano al podio. Para ello estoy viendo que la carrera va muy loca y estoy intentando hacer la mejor gestión posible de mis fuerzas teniendo en cuenta lo que queda.
Más allá de la victoria de etapa, la salida desde Bilbao será inolvidable...
La salida desde casa fue una auténtica locura. Quizás también nos ha dado un empujón especial. Mira a Ion (Izagirre) ganando el otro día y yo también, que empecé con una motivación especial, con intención de luchar por esas dos primeras etapas que era lo que más ilusión me hacía. Pero muchas veces para ganar una carrera hay que perder veinte. De las que son posibles para ganar se planifica cómo se puede llegar a la victoria y tal, y al final se acierta en un cinco por ciento de los casos o en un dos por ciento. Cada temporada consigo ganar dos o tres carreras al año y creo que en mi caso son buenos números, pero las etapas de casa las planifiqué para ganar, llegué con mi preparación al cien por cien, pero no se dieron las circunstancias, aunque gracias a ello he recogido los frutos unas etapas más tarde.
Victoria de etapa y renovación de contrato hasta 2026. ¿Tenía claro que el Bahrain es su equipo?
Estoy encantado de seguir aquí. Ellos han confiado en mí desde el principio, me han puesto todos los medios para poder triunfar, me han ido dando responsabilidades poco a poco y creo que he podido responder a las expectativas. Difícilmente puedo encontrar un sitio mejor que aquí. Ya son números importantes, hasta el 2026, que se ve lejos, porque son tres años más, pero cuando se está a gusto en un sitio y ves que lo tienes todo… Sobre todo resaltaría el grupo de trabajo que tenemos aquí, que es maravilloso. Sin duda, he tomado la mejor decisión posible.