Ganar jugando mal

el otro día era noticia que el Barcelona ganó (en San Sebastián) jugando mal, y había quien lo decía como reproche, cuando en realidad es una gran noticia para el equipo de Xavi. El drama de perder cuando juega mal es condición solo de los equipos modestos (y cómo no recordar a ése que cuando se confía es muy malo y lo arrollan). El caso es que el Barça se está convirtiendo en un equipo muy divertido por lo imprevisible que es. Lo mismo golea a un rival, y no te extraña porque tiene calidad para regalar (sobre todo entre la gente joven), como se bloquea por completo –por ejemplo, ante el Cádiz, o ante un Eintracht que no es nada del otro jueves (nunca mejor dicho)– y hace el ridi. Pero, como dice más de un culé, ya solo pueden ir a mejor, según vayan mejorando la plantilla y vayan cumpliendo años los niños. Y, de momento, hasta gana jugando mal ante toda una Real Sociedad. Casi nada.