El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, se ha mostrado contrario a la medidas sobre los alquileres y despidos decretadas por el Gobierno español ante la actual situación económica que "no se pueden aceptar".
En declaraciones a los periodistas, antes de participar en la clausura de la Asamblea General de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO), Garamendi ha señalado que los técnicos de la CEOE están "estudiando" las "170 páginas del BOE", pero hay dos medidas que no pueden aceptar.
Una es la que concierne al "derecho a la propiedad" que es "fundamental y está recogido en la Constitución", por lo que "alterarlo con el tema de alquileres" es una medida que está fuera de lo que se puede aceptar.
Un momento "delicado y complicado"
Por otro lado, ha defendido que los empresarios no quieren "despedir" y, aunque el Estado pasa por un "momento delicado y complicado", ha rechazado que no se pueda "ajustar la plantilla" por una "orden administrativa" y debido a la guerra de Ucrania, una conclusión que tiene "poco sentido y tienen que explicar".
Además, ha recordado que hoy entra en vigor la reforma laboral y "no tiene sentido que dos días antes se salte el Ministerio de Empleo el acuerdo" respecto a los ERTE y "se inventen esto que se acaban de inventar", ha afeado Garamendi.
La inflación "afecta a todos"
Respecto a la inflación, el presidente de la CEOE ha recordado que "afecta a todos" y "a los primeros, a los empresarios", quienes "asumen una subida de costes que no pueden trasladar a las ventas", por lo que es necesario "moderarla" al "verse agravada por la guerra".
Ha recordado que en diciembre la inflación estaba "en el 6,5 por ciento", frente al 9,8 de marzo, por lo que ha abogado por que el Estado sea "más eficiente" y apueste por "bajar impuestos", lo que no significa "recortar en educación y sanidad".
Solapamientos y economía sumergida
Garamendi ha señalado que el Instituto de Estudios Económicos apunta que en el Estado se puede lograr un "ahorro de 60.000 millones entre todas las administraciones" si se reducen los "solapamientos", mientras que tiene un "24 por ciento de economía sumergida, frente al 13 por ciento de Europa", por lo que hay "margen" de actuación.
Finalmente, teme que el Estado entre en "recesión" si "se hacen mal las cosas" y ha pedido al Gobierno español "mucha ortodoxia económica y rigor presupuestario", ya que el "mayor déficit y deuda la tiene el Estado".