Por el fondo y por las formas, lo vivido el viernes en Sevilla representó todo un subidón para todo el alavesismo. Resultados propios y ajenos han permitido que la segunda vuelta liguera haya arrancado con cinco puntos, y no dos, de renta sobre el descenso, además de haber hurgado aún más en las heridas de un rival directo por mantenerse en la máxima categoría. Cinco que el viernes pueden ser ocho.Y tras los últimos deberes hechos, regresa la Copa y un mayúsculo reto: el Athletic y San Mamés.
Tres puntos de oro en un feudo tan sumamente complicado como el Sánchez Pizjuán -solo se había ganado una vez, y hacía ya 70 años- y con el regusto de llevárselos merecidamente y a última hora gracias al testarazo de un currante, además de símbolo del vestuario albiazul, convertido en héroe por un día al tener muy poca costumbre a lo de hacer goles, como Rubén Duarte, uno de esos con el ADN Alavés a fuego en su piel. El viaje de vuelta resultó una delicia placentera por un trabajo grupal plenamente satisfactorio.
Y no fue la única noticia agradable del fin de semana por Andalucía, ya que el Cádiz pinchó con estrépito ante el Valencia, lo que permite coger más aire a la espera de sumar más en esta segunda mitad del campeonato que lo cosechado en la primera para no padecer lo tocado en propias carnes hace un par de cursos. Y mientras la Liga va para el glorioso, el horizonte copero contempla el acceso a los cuartos de final tras deshacerse del Betis.
También constata la historia que visitar a los vecinos bilbaínos ha sido misión no imposible, pero sí harto complicada, pero, conscientes de que no son favoritos por el impresionante momento del Athletic, los componentes de la familia babazorra no renuncian a asaltar el coliseo bilbaíno. Todo pasa por ofrecer una de las mejores versiones de esta temporada y que los leones, aún sin su estandarte Iñaki Williams, no anden tan entonados.
Pero la prioridad, absoluta prioridad esta semana, es la visita del propio cuadro gaditano este viernes a Mendi, por lo que los menos habituales saltarán de inicio al verde. "Van a jugar los que están participando menos. Si no lo hago, fallo a los jugadores. Y si nos sale mal, no pasa absolutamente nada. Utilizar a toda la plantilla y los que menos están participando. Jugamos martes y viernes. Alguno va a repetir en defensa porque estamos justos en alguna posición", subrayó de víspera Luis García Plaza.
Por tanto, Sivera; Sola, Tengalia, Marín, Duarte; Blanco, Benavidez; Carlos Vicente, Giuliano Simeone, Hagi; y Samu podrían ser los once elegidos para encarar este nuevo duelo copero por el preparador madrileño, que entiende que el Athletic es favorito pero su ilusionado Alavés va a ser capaz de competir y plantar cara.
"Valverde es mi debilidad"
A la espera de medirse en Bilbao también en Liga, el único precedente de la presente temporada es el triunfo visitante por 0-2 en el estadio del Paseo de Cervantes, y de cara a este nuevo enfrentamiento, se deshace en loas hacia su colega. "Para mí Valverde es una debilidad. Es uno de los mejores entrenadores del fútbol español de siempre, y verles es una delicia. Muy buenos juagdores, un grandísimo nivel y además en su mejor momento. Y cuando no juega Europa, da un pasito adelante. Si eres aficionado al fútbol y enciendes la tele, te gusta verle", apostilla García Plaza de cara a esta noche.
Hasta ahora, el conjunto vitoriano no ha encajado un solo gol en sus eliminatorias a domicilio ante Deportivo Murcia y Terrassa, y la disfrutada en Mendizorroza ante los heliopolitanos. Y el histórico copero entre ambos refiere nueve citas anteriores, con un balance favorable al Athletic de 7-2, la última hace ya 28 temporadas, con triunfos 0-1 en la ida y 4-1 en la vuelta.