Alavés

Garitano se reencuentra con su pasado albiazul

Garitano se reencontrará hoy con el Glorioso tras más de dos años sin medirse al que fue su último equipo como futbolista
Gaizka Garitano observa atentamente durante un entrenamiento.

El Deportivo Alavés afrontará en pocos días la recta final de la primera vuelta. Una fase del campeonato doméstico determinante, en la que los pupilos de Luis García buscarán continuar en lo más alto de la tabla como un claro aspirante al ascenso. El calendario que le espera al Glorioso cuenta con varios choques ante los “gallos” de la categoría de plata, entre los que se encuentran el Eibar, Granada o Levante.

Y el primer test para el cuadro babazorro tras superar su trámite copero es ante el conjunto armero. Una piedra de toque exigente dirigida, además, por Gaizka Garitano, quien colgó las botas como futbolista en el Alavés y que afronta, en esta ocasión, su segunda etapa al frente del banquillo eibarrés. Tras pasar página del cruel varapalo del último curso, en el que el Eibar desperdició en la última jornada un ascenso a Primera que ya saboreaba, los de Garitano no han tirado la toalla en su deseo de regresar a la élite.

El segundo intento de lograr la promoción a la máxima categoría parte, además, desde la continuidad del técnico bilbaíno, que se mantuvo al frente del banquillo de Ipurua pese al triste desenlace de la última campaña. Y parte de la confianza que la directiva armera tiene depositada en Gaizka Garitano quizá es porque el preparador vizcaíno dio sus primeros pasos como entrenador, precisamente, en Eibar.

Curtido en los campos de fútbol del territorio vasco, Garitano ingresó en el cuerpo técnico de Ipurua apenas unos meses después de colgar las botas. De hecho, dio sus primeros pasos como asistente de Ángel Viadero cuando el Eibar competía en el fango de la categoría de bronce, pero poco después comenzó su aventura como primer entrenador.

Gaizka Garitano dirigió al Eibar en 135 partidos en su primera etapa en Ipurua y catapultó a los armeros de 2ªB a la máxima categoría

Lo hizo, además, en el filial del conjunto guipuzcoano, a la espera de una llamada para dar el salto al primer equipo. Y así fue. Garitano tomó las riendas del Eibar en la temporada 2011-12 y escribió páginas memorables en la historia del club.

Sin ir más lejos, él fue el principal artífice de que el conjunto azulgrana pasase en dos temporadas de competir en 2ªB ante los más modestos de la zona vasca a hacer lo propio en los estadios más icónicos del territorio estatal como el Camp Nou o el Santiago Bernabéu.

Del barro a la élite

Curiosamente, el ascenso del Eibar a Primera se dio en la visita del Glorioso al complicado estadio de Ipurua. Allí, en el mismo curso en el que el Alavés logró la permanencia de una forma agónica en Jaén, el cuadro guipuzcoano logró la histórica gesta tras vencer al combinado babazorro por 1-0.

La primera etapa de Garitano en el Eibar se saldó con una polémica permanencia en Primera. Y es que el Eibar, que descendió por sus pobres resultados deportivos a Segunda, mantuvo su plaza en la máxima categoría tras el descenso administrativo del Elche por impagos. Ahora bien, Garitano dirigió al cuadro armero durante 135 partidos y su etapa en Ipurua fue sobresaliente.

Después de quemar etapas sin brillo en el Valladolid y el Depor, el técnico vizcaíno inició una nueva etapa en Lezama. Durante el curso 2017-18 dirigió al filial del Athletic, donde catapultó al primer equipo a futbolistas como Villalibre, Vencedor o el gasteiztarra Vivian. Y fue en diciembre del 2018 cuando asumió la responsabilidad de sacar del descenso a los leones, que no atravesaban un momento anímico dulce. El de Derio resucitó a un equipo sin alma y rozó con la yema de los dedos los puestos europeos en ese mismo curso antes de ser despedido por los dirigentes de Ibaigane en enero del 2021.

Apenas medio año después de salir del Athletic, Garitano regresó a su casa para liderar el ilusionante proyecto del Eibar. El vizcaíno tuvo encomendada la tarea de regresar a Primera con los armeros y, aunque durante gran parte del curso sus pupilos se mostraron imbatibles, el desenlace del curso demostró que en Segunda no hay nada predecible.

Ahora, tras más de dos años sin verse las caras con el Glorioso, el técnico vizcaíno se volverá a medir al cuadro babazorro, con quien previsiblemente luchará hasta las últimas jornadas por una plaza en lo más alto de la clasificación.

21/11/2022