La negociación del reparto de la pesca en la UE para 2023 está en marcha y en las cofradías de pescadores de Gipuzkoa están muy preocupados. La propuesta de Europa contempla recortes en la captura del lenguado, la cigala del Cantábrico y del abadejo aunque lo que más afecta a los pescadores de cerco es la posible prohibición de la pesca del txitxarro (jurel).
Entrevistada en Gipuzkoako Kale Nagusia de Onda Vasca, Miren Garmendia, Secretaria de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa, ha mostrado su total disconformidad con la prohibición. "La situación del txitxarro nos preocupa, en los últimos años no está siendo buena y cada vez es más complicado pescarlo en nuestros mares. El año pasado se planteó en el comité europeo un plan de recuperación del txitxarro, no se aceptó y ahora las decisiones son demasiado drásticas".
Garmendia destacaba la necesidad de un plan de recuperación tal y como se hizo ya hace ocho años con la merluza que, para 2023, aumentará la cuota un 10%. Este aumento, sumado al de la cuota del rape, tendrá una repercusión positiva entre las cofradías pero, solamente entre los pesqueros de altura y los de red pequeña ya que los de cerco no se dedican a este tipo de pesca.
Las negociaciones arrancaron el domingo y la federación espera que la respuesta llegue antes del martes aunque Garmendia cree que las negociaciones podrían alargarse. Aún así, la Secretaria de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa confía en que no se prohíba la pesca del txitxarro, "espero que se acuerde un plan de recuperación, que se concreten las subidas de las cuotas y que el reparto de las cuotas de verdel entre los países europeos y extranjeros se regule".