Gasteiz da un caluroso recibimiento a la Vuelta

Ni los más de 30 grados les echaron para atrás. Centenares de aficionados se han agolpado este mediodía en la explanada de Mendizabala para ver de cerca a sus ídolos. Ha pasado más de una década desde que la Vuelta a España pasara por carreteras alavesas y los aficionados provinciales tenían muchas ganas de disfrutar de sus ídolos.

Pese a que la burbuja impuesta por la UCI impedía acercarse a los corredores, fueron cientos los seguidores que no quisieron perderse el ambiente previo a la salida y poder ver a los ciclistas que participan en esta edición de la carrera, sacarse algunas fotos y de paso llevarse algún regalo del habitual merchaindising, que rodea este tipo de eventos.

De hecho, desde más de una hora antes del inicio de la etapa la eterna caravana publicitaria, con más de un centenar de vehículos, repartía gorras, bolígrafos y diferentes souvenirs con logotipos de la carrera, a todos aquellos aficionados ansiosos de recibir su recuerdo.

Casi todos tuvieron el suyo. De hecho, no era extraño ver a un gran número de los fieles que se acercaron al parking gasteiztarra enfundados en una camiseta naranja del Euskaltel Euskadi en las que se podía leer “Aúpa Euskadi” o cubriéndose la cabeza con una de las gorras rojas con el logo de un famoso supermercado patrocinador de la Vuelta.

Un caluroso recibimiento eso sí. Y es que a las altas temperaturas se unió la efusividad de los centenares de seguidores que se acercaron a Mendizabala, que no escatimaron en aplausos cuando el speaker de la carrera, el incombustible Juan Mari Guajardo, coreaba los nombres de los corredores a su paso por el escenario puesto para la ocasión.

Locura con Mikel Landa

Ni qué decir tiene que entre los más aclamados estuvo el corredor local Mikel Landa, quien estuvo acompañado por su peña antes de la salida. No podían faltar. Son incondicionales. Este pequeño y bullicioso grupo de seguidores ya se empezó a hacer notar nada más el equipo Bahrein comenzaba a subir las escaleras hacia el estrado. La temperatura fue subiendo mientras se acercaba la presentación de su vecino, amigo e ídolo ciclista al que recibieron con una pancarta en la que se podía leer “Aúpa Mikel. Haundia zara”. Llegaba su hora. “¡¡¡Dos veces podio del Giro, qué vamos a decir, es alavés, es de aquí... el aplausooooooo para Mikeeeeeeeeeel Laaaaanda!!! animó Guajardo, mientras una atronadora salva de aplausos recibía cariñosamente al bravo corredor de Murgia.

El de Zuia fue el centro de todas las miradas en la línea de salida. El más solicitado. Todos buscaban una foto con él. Difícil acercarse en esta ocasión. Algunos como el joven Unax Galardi, un aficionado de la localidad navarra de Aizarotz, aprovechó la jornada de descanso del lunes para hacerse junto a él la tan deseada fotografía en el hotel de concentración. Estaba feliz mientras disfrutaba del espectáculo junto a su amigo Beñat Manzanos. Ya tenía su foto.

Otros incluso tuvieron suerte de poder sacar la suya minutos antes de la salida con alguno de los ilustres del pelotón. Todo un cuatro veces ganador del Tour como Chris Froome no tuvo reparos en hacerse un selfie con aquellos seguidores que se lo pidieron cuando bajó del escenario tras la presentación del equipo. De los más aclamados.

Como los corredores colombianos. La colonia de este país residente en Gasteiz no quiso perder la ocasión de animar a los suyos. Fueron muchos los seguidores cafeteros los que se acercaron hasta la salida para dar calor a sus compatriotas. Por allí se pudo ver a Valentín Gutiérrez, Juan Pablo, Patricia y Juan Carlos Castrellón, Julieth Calderón y Fernando Delgado. “Hemos venido a apoyar a Higuita y Rigoberto Urán”, señalaron. También aplaudirían después a Esteban Chávez y Supermán López. Enloquecieron con los suyos. Los corredores también agradecieron el cariño de sus compatriotas. Como el que recibió Richard Carapaz de un reducido grupo de ecuatorianos. Muy aplaudido también el campeón olímpico.

Nadie se quedó sin su aplauso. Era una jornada para disfrutar y nadie se la quiso perder. La peña en Orozko de Gotzon Martín también se hizo notar entre una multitud en la que además se pudo ver a algunos ilustres del pelotón ya retirados. Ese es el caso de Joseba Beloki, encargado de diseñar esta cuarta etapa de la Vuelta, que se acercó hasta la salida con su familia. Hasta Mendizabala también se acercaron los excorredores Iñigo y Adolfo González de Heredia, quienes estaban acompañados por el distribuidor de Campagnolo, David Manero, y el reconocido cocinero gazteiztarra Unai Fernández de Retana (El Clarete).

Parte de una pequeña marabunta que dio aún más colorido si cabe a la salida de la Vuelta de Gasteiz y al paso de la carrera por Álava. Y es que la serpiente multicolor no estaba solo en la carretera. De hecho se pudo ver a muchos jóvenes aficionados enfundados en los maillots ciclistas de sus ídolos. Cómo no, el Bahrein de Mikel Landa era el mayoritario por encima incluso del todopoderoso Jumbo. El efecto Landa.

El foco de atención de un gran número de seguidores que quisieron acompañar a su paisano. Ellos, al igual que el resto de centenares de aficionados alaveses, se encargaron de dar calor al pelotón antes de ponerse rumbo a Laguardia. Aquí de nuevo fueron recibidos entre una multitud de fieles amantes del ciclismo, que volvieron a desgastar sus palmas en aplausos para recibir a un pelotón encabezado por Roglic, nuevo líder de la carrera. Álava tenía ganas de Vuelta. Por eso, la carrera tuvo este caluroso recibimiento.