Gasteiz permanece prácticamente sin policías locales tras la oleada de bajas que han solicitado los agentes. Se trata de una iniciativa orquestada para denunciar la falta de personal que viene denunciando la plantilla del cuerpo policial y que llega tres días después de que los funcionarios votarán a favor de iniciar una huelga de celo.
La plantilla de la policía municipal viene denunciando desde hace unos meses que el ratio de agente por habitantes de la ciudad es escaso y exigen una aumento del número de policías municipales para paliar la falta de personal. Además, los sindicatos rechazan la posibilidad de solucionar el problema recurriendo a la contratación de personal interino, tal y como propone el Gobierno municipal.
Huelga de celo
Ante la falta de acuerdo con el departamento de Seguridad, los agentes iniciaron una serie de movilizaciones que comenzaron con la negativa a realizar horas extraordinarias y que han terminado con la huelga de celo decretada la semana pasada y con la actual petición en bloque de las bajas médicas.
Movilizar escoltas y mandos
Este domingo solo tres agentes de los que estaban de servicio acudieron a su puesto. Además, la llamada realizada desde el consistorio para que los agentes de forma voluntaria trabajaran recurriendo a las horas extra para garantizar la seguridad de la media maratón que este domingo acogía Gasteiz, quedó desierta.
Ante esta situación, el departamento de Seguridad movilizó a todos los agentes que ejercen labores de escolta de la alcaldesa que salieron de uniforme a las calles gasteiztarras. Además, el consistorio también recurrió a todos los mandos que se encontraban de libranza.
Reivindicaciones
Además, de la denuncia de falta de personal que según los sindicatos ha obligado a cerrar algunos servicios municipales como los departamentos de Menores, Violencia de Género e Investigación, o a tener que pedir cita para presentar una denuncia, los agentes alegan que existe una falta de recursos materiales para poder desarrollar con normalidad su labor. Así, critican que la flota de coches de la Policía Local está envejecida, y califican de "tercermundistas" los sistemas informáticos con los que se cuenta.