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La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, ha hecho un llamamiento a las fuerzas de seguridad del país para que se abstengan de disolver con violencia y reprimir a los manifestantes que se concentran este viernes por segundo día consecutivo en varias ciudades, incluida la capital, Tiflis, para protestar contra el Gobierno de Irakli Kobajidze.
"Me gustaría hacer un llamamiento a las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley. Conozco a la Policía de patrulla, están haciendo todo lo que pueden y debemos agradecerles por esto. Quiero hacer un llamado al resto (de agentes): No levantan la mano contra los ciudadanos jóvenes u otros, absténganse y cumplan con su deber. No está sucediendo nada (...) que requiera de vuestra participación", ha dicho la presidenta Zurabishvili.
La jefa de Estado georgiana, contraria al gobierno del partido Sueño Georgiano de Kobajidze, ha lanzado estas declaraciones en un discurso recogido por la prensa local en el que ha asegurado que "no tiene precedentes que los ciudadanos de Georgia salgan al mismo tiempo y de forma espontánea de esta manera". Así, Zurabishvili ha insistido en el carácter "extremadamente pacífico" de las marchas.
"Nadie está dispuesto a aceptar una Georgia rusificada"
Por otro lado, la presidenta georgiana ha compartido una publicación en su perfil oficial en redes sociales donde, acompañado de un vídeo en el que se observa la cantidad de asistentes a la concentración, ha aseverado que esto es una muestra de que "nadie está dispuesto a aceptar una Georgia rusificada" ni "privada de su constitución".
Esta es la segunda noche consecutiva en que parte de la población georgiana sale a las calles de las principales ciudades del país, especialmente en la capital, donde se han reunido en torno a la sede del Parlamento. Los manifestantes cargan contra Kobajidze por su decisión de abandonar "hasta finales de 2028" las negociaciones para la adhesión a la Unión Europea, certificando así un rumbo afín a Moscú iniciado hace meses con la aprobación de una ley de agentes extranjeros similar a la aprobada por el Kremlin.
Las manifestaciones del jueves culminaron con cerca de medio centenar de detenidos, mientras que varias personas denunciaron golpes por parte de la Policía, incluidos periodistas. Por el momento, las protestas de este viernes avanzan sin grandes altercados, aunque la Policía ya ha hecho uso de cañones de agua para dispersar a las masas.