El Restaurante 1000 Kolorau de Gernika paga 6.100 euros por el medio queso ganador

El Restaurante 1000 Kolorau de Gernika ha pagado 6.100 euros por el medio queso ganador de este año, el de la quesería de Beñat Egaña de Mutriku (en la última edición de la feria de Gernika se pagaron 6.600 euros, así que ha sido algo menos.)

Llenazo absoluto en el Último Lunes de Octubre. Gernika acoge, un año más, la cita por excelencia del agro vasco -ya sin las restricciones de la pandemia-, y tanto como productores como ciudadanos se han volcado. La actividad era frenética ya desde primera hora de la mañana, con las calles de Gernika engalanadas con las decoraciones y el colorido de los 293 puestos de venta y exposición. La afluencia de público, tal y como se esperaba, está siendo masiva. La cita siempre atrae a miles de asistentes. Este año, además, coincide con el puente festivo de Todos los Santos, así que la valoración final permitirá saber si, finalmente, se ha batido el récord de asistencia de las últimas ediciones.

De la huerta a la cesta de la compra

No se echa en falta ningún producto en Gernika. Entre los 293 puestos de este año encontramos medio centenar dedicados a la artesanía, 38 productores de queso y 32 hortofrutícolas No faltan el txakoli, la sidra ni los puestos dedicados al pan y el pastel vasco, que superan la veintena. La feria se completa con 11 casetas de conservas, 5 de miel, 4 de rosquillas y otras tantas de lácteos y flores.

Los productores, volcados en el Último Lunes

Tras dos largos años de espera, los productores vascos llegan a Gernika contentos de poder reencontrarse con la ciudadanía y esperanzados en que el Último Lunes se traduzca en buenas cifras de ventas para ellos. Como reconoce Gorka Irazabal, de Goreko Producción Ecológica en los micrófonos de Onda Vasca, la pandemia ha tenido un gran efecto en la venta directa de productos al público. Ahora están intentando volver a esa dinámica, pero con un incremento notable de gastos en producción: "La diferencia del gasoil en el reparto, respecto al año pasado, es descomunal, las semillas cuestan el doble...No podemos ser un amortiguador. Nos fastidia, pero tenemos que subir el precio para subsistir". Los productores insisten en pedir a la ciudadanía "un cambio de chip", para que acudan a la venta directa de los pequeños productores en lugar de a grandes superficies.