El Ayuntamiento de Getxo dio luz verde ayer a sus presupuestos para 2023: más de 120 millones de euros –un 1,70% más que lo disponible para el ejercicio que está a punto de concluir–, con 10 millones para inversiones como la creación de un parque cubierto en la calle Arene o de un edificio en Aiboa para trasladar allí los talleres de mantenimiento de las infraestructuras municipales. Las cuentas salieron adelante con los votos a favor de PNV y PSE y los contrarios de EH Bildu, PP y Elkarrekin.
Las agrupaciones de la oposición coincidieron al señalar que “el presupuesto no responde a las necesidades actuales y retos de Getxo, carece de nuevos planteamientos, recoge escasas inversiones y es más precario que el del año anterior”. Tanto las tres enmiendas a la totalidad presentadas por los tres partidos, como las 81 enmiendas parciales admitidas a trámite –15 del PP, 33 de EH Bildu y otras 33 de Elkarrekin Podemos– fueron rechazadas después de haber concluido sin acuerdo la ronda de negociaciones. “Evidentemente, son unas cuentas continuistas porque vienen de un Plan de Legislatura de cuatro años. Además, 2023 es un ejercicio puente entre este plan y el que venga tras las elecciones del próximo año. Pero estos presupuestos tienen un claro carácter social e inversor y se sustentan en el equilibrio entre tres agendas: la social, la medioambiental y la económica, que son pilares clave para el desarrollo humano sostenible. Sin necesidad de subir tasas e impuestos, logra absorber el incremento del gasto corriente derivado de la inflación. Es una propuesta presupuestaria prudente, que contrarresta los efectos de la inflación y de la incertidumbre económica”, explicaron desde el equipo de gobierno.
El PP solicitó una bajada de los impuestos del 10%. “A pesar de la máxima recaudación de las instituciones, las familias lo están pasando mal. Además, se están dando los mismos o peores servicios cuando en realidad hay más dinero. Es el presupuesto más alto de la historia y el menos provisto de inversión, no llega al 9%”, argumentaron los populares. Por su parte, desde EH Bildu aseguraron que los regidores getxotarras proponen “un modelo obsoleto tanto en el planteamiento de los presupuestos como en el del PGOU: las más de 4.000 viviendas que prevé el plan no se van a construir antes de 20 años y la juventud seguirá yéndose de Getxo”. Elkarrekin Podemos discurrió en esa misma línea: “Hay una pérdida de patrimonio, una política ineficaz de vivienda, con un PGOU invasivo y sin una escucha a la ciudadanía, agentes sociales, culturales… y partidos de la oposición”.