Bizkaia

Gimnasios y peluquerías, anverso y reverso de una misma medida

si el fin de la obligatoriedad de la mascarilla en interiores ha dividido a la sociedad, hay dos sectores que representan a la perfección el anverso y reservo de una misma medida. En un extremo, los gimnasios, donde los socios respiran ya a cara descubierta, y en el otro, las peluquerías, que mantienen en la mayoría de los casos la mascarilla por prudencia debido a la estrecha distancia que les separa del cliente.

Es incómodo, aseguran; sudas, se te moja la mascarilla, no puedes respirar bien... Por eso, los socios y trabajadores de los gimnasios han acudido en la inmensa mayoría de los casos sin el cubrebocas a su cita diaria con las pesas, el aerobic o el spinning. "La diferencia es brutal; solo el hecho de respirar mientras haces las series se nota muchísimo", explicaban Samuel Ruiz y Miguel Pérez, socios del gimnasio bilbaino Twentyfit. No veían el momento de quitarse la mascarilla, "y poder entrenar libremente sin ese agobio", aunque también se alegran de poder ir a la universidad sin ella. "Tengo ganas de ver a mis compañeros, es más fácil hablar, las presentaciones orales se hacen más cómodas... ", coincidían.

Irene Laza y Kosti Gradinau son de la misma opinión. "Ha sido mucho tiempo", afirmaban. Eso sí, "mejor venir sin mascarilla que no venir. Y fondo habremos cogido de fatigarnos tanto con la mascarilla", bromeaban. Las de rejilla, aseguraban, han sido "de mucha ayuda" pero nada que ver con poder respirar sin impedimento. "El cambio siempre va a asustar. Cada uno que decida qué hacer", abrían la puerta a la libertad individual.

A Ainara Rincón, coordinadora de este establecimiento, le encantó ver, ayer sí, la sonrisa de los socios que entraban por la puerta; calculaba que el 85% de ellos prescindió de la mascarilla. "La gente está muy contenta de poder respirar", narraba. Aun así, siguen manteniendo otras medidas de protección para limitar el riesgo de contagio. "Mantenemos la distancia entre máquina y máquina, tenemos ventilación constante con extracciones, geles, desinfectante de máquinas...", enumeraba.

La barbería 'El Barbero' y 'V&M Peluqueros' de Bilbao valoran el fin de la mascarilla en interiores. Vídeo: Borja Guerrero

La prudencia, por su parte, reina en las peluquerías, donde se sigue haciendo uso mayoritario de la mascarilla. "Hemos decidido seguir llevándola porque tenemos mucho contacto directo con los clientes", explicaba la peluquera Laura Pellón, del local de V&M Peluqueros de Hurtado de Amezaga. También entre sus clientes es una postura mayoritaria aunque, en el caso de que alguno se la quitara, ellas se colocarán una mascarilla FFP2, "para tener un poco más de protección. No estamos preparados, sigue habiendo contagios. Viene mucha gente mayor y hay que tener respeto por ellos", argumentaba.

Sabe de lo que habla; en estos dos años de pandemia, ni ella ni sus dos compañeras se han contagiado de covid. "No vamos a pinchar en el último momento solo por tener prisa en quitárnosla. La mascarilla funciona", defendía.

Contacto "muy cercano"

En la barbería y peluquería masculina El Barbero, David Domínguez atiende todavía con una FFP2 puesta. Echa mano de la "coherencia" para defender su postura. "No es solo covid, también puede ser un pequeño resfriado, lo que sea; hay un contacto muy cercano con el cliente, en ocasiones incluso de 30 o 40 centímetros, así que la mantendremos una temporada más", avanzaba.

22/04/2022