Hoy, 9 de septiembre, es el día de Nuestra Señora de Aránzazu, Arantzazuko Ama, patrona de Gipuzkoa. Una jornada muy querida, aunque no figure en el calendario como día festivo. Sin embargo, en Oñati y en el Santuario de Aranzázu es un día de fiesta.
El acto central de la jornada es la misa solemne que se celebra a mediodía en el Santuario y que está presidida por el obispo de San Sebastián, Fernando Prado Ayuso. Un oficio que cuenta con una amplia representación oficial. Este año, han confirmado su presencia el lehendakari Imanol Pradales, quien acudirá acompañado de la consejera y portavoz del ejecutivo vasco, María Ubarretxena y la presidenta del Parlamento vasco, Bakartxo Tejeria. También asiste la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, entre otras personalidades.
La jornada festiva se completa con otros actos como una comida popular, un concierto de la Banda de Música de Oñati o la procesión de la Virgen de Aránzazu por las calles de la localidad.
Patrona de Gipuzkoa
La Virgen de Nuestra Señora de Aránzazu es patrona de Gipuzkoa desde 1918. Cuenta la tradición que a un pastor llamado Rodrigo de Balzategui se le apareció la virgen sobre un espino y que este, asombrado, le preguntó: "Arantzan zu?" ("¿Tú, en un espino?"). De ahí, al parecer, viene el nombre de Virgen de Nuestra Señora de Aránzazu, Arantzazuko Ama.
Tras años de devoción y peregrinación, las obras del actual Santuario de Aránzazu comenzaron en 1950 y estuvieron dirigidas por los arquitectos Sáenz de Oiza y Laorga. En la fachada de la basílica destacan sus tres torres de forma puntiaguda que hacen honor al espino, la Piedad y los 14 apóstoles. Estas dos últimas son obras de Jorge Oteiza. Las puertas de hierro que dan paso al interior de la basílica son obra de Eduardo Chillida. Y en la cripta hay pinturas de Néstor Basterretxea.