Gipuzkoa necesita familias de acogida para 75 menores tutelados por la Diputación. 7 de estos casos, además, son de carácter urgente. La institución foral ha puesto en marcha una campaña para animar a las familias guipuzcoanas a sumarse a este programa de acogimiento que tiene como objetivo "que el menor no crezca solo". Una campaña que busca romper estereotipos y en la que se hace hincapié en que cualquier tipo de familia puede ser familia acogedora.
De hecho, no importa si en el hogar vive una sola persona, si reside en pareja o si tiene o no más hijos biológicos. Es decir, no importa si en la familia se es uno, tres, cuatro o incluso, ocho o más miembros. Lo que importa es que se dé al menor acogido un entorno estable, de apoyo a su desarrollo y de cariño. Precisamente esto es lo que se recoge en el vídeo que ilustra la campaña y en el que se ve cómo a las familias de acogida se les pregunta cómo son y cuántos miembros la conforman. Con sus respuestas se ha formado el número de teléfono en el que se puede pedir información sobre los requisitos para ser familia de acogida. Es el 682 55 44 33, "un número cargado de simbolismo".
Gipuzkoa solidaria y comprometida
La diputada general Eider Mendoza y la máxima responsable de Cuidados y Políticas Sociales Maite Peña han sido las encargadas de presentar la última campaña de la Diputación de Gipuzkoa. Una campaña que busca familias de acogida para 75 niños, niñas y adolescentes. Además, en 7 de esos casos la necesidad es urgente. Actualmente, en Gipuzkoa, hay 303 menores que viven en familias de acogida que han optado por una de las tres modalidades que existen: la de urgencia -con una duración máxima de 6 meses-, la temporal -de hasta dos años- y la permanente -cuando no hay previsión de retorno del menor con su familia de origen-.
En este sentido, el programa de familias de acogida en Gipuzkoa ha cumplido 36 años este 2025. Tanto Mendoza como Peña han querido mostrar su "agradecimiento y reconocimiento" a todas las personas que durante estos años han colaborado con dicho programa: "Gipuzkoa es un territorio solidario y comprometido". Y han animado a más familias "a dar el paso de convertirse en familias de acogida". Tal y como ha destacado la diputada general "es una experiencia que tiene retos, no lo vamos a ocultar, pero también es una experiencia muy, muy valiosa -y lo queremos subrayar-, más allá de la aportación que se hace a estos menores que tienen una necesidad de amparo familiar".
Experiencias de Ana y Ainara
En la presentación de esta campaña hemos conocido el caso de dos familias de acogida, las de Ana y Ainara.
Ana es una joven guipuzcoana de 29 años. Fue su madre la que se hizo familia de acogida de un menor, pero falleció hace unos meses y ahora son ella y su hermana quienes se han hecho cargo del niño. "Creamos un proyecto mi madre, mi hermana y yo. Nos sumergimos en ser familia de urgencia y después pasamos a acogida temporal. Cuando éramos familia temporal, nos dijeron que había una persona que podía acoger al niño" que ellas tenían acogido temporalmente, "y dijimos que no, que estábamos super enamoradas de él, que podríamos darle un futuro mejor a ese niño y nos sumergimos en ser familia permanente que no era a priori lo que pensábamos hacer pero sin duda nos pusimos a ello".
Ainara, por su parte, forma una familia monomarental con dos hijas biológicas y una de acogida pero aclara: "aunque sea madre monomarental en cuanto a responsabilidad hacia esta menor, yo no sería nada sin mis padres, sin mi tía -que está siempre ayudándome cuando yo estoy trabajando o surgen cosas-, mis hijos biológicos que no se imaginan su día a día sin su hermana -porque es su hermana- y todos remamos a una para formar la familia que somos".
Por sus perfiles, ambas destacan que es momento de olvidarse de estereotipos y animan a otras familias a formar parte de este programa de acogida porque, aseguran, se trata de una experiencia enriquecedora. "Este niño es lo más maravilloso que nos ha dado la vida y lo digo con la mano en el corazón", relata Ana quien añade que "es lo que nos da fuerzas para seguir adelante a mí y a mi hermana". Además, Ainara destaca el apoyo que reciben las familias de acogida: "estamos respaldados por unos recursos que, para mí, también hay que ponerlos en el centro". Se trata de recursos económicos y de apoyo tanto psicológicos como de formación. "Hay recursos, nos ayudan, no estamos solos y esto es lo que hay que conocer".