La recuperación económica que se consolidó durante el pasado año tiene un claro reflejo en la Hacienda de Gipuzkoa, cuya recaudación ascendió a 5.340 millones con un crecimiento del 15,2% sobre el año anterior, marcado por un fuerte descenso recaudatorio motivado por las restricciones impuestas para hacer frente a la pandemia de coronavirus.
Los positivos resultados obtenidos en 2021, en los que además de una mayor actividad económica también han influido unos ingresos extraordinarios producto de regularizaciones de años anteriores, significa haber recuperado todo lo perdido durante el año pandémico. Sin embargo, la mejora llega a más porque los ingresos de las arcas forales también se situaron por encima de 2019, cuando el covid-19 todavía no era noticia, en 316 millones más con un alza del 6,3%.
Los principales tributos que afectan al conjunto de la ciudadanía guipuzcoana han tenido una evolución positiva. Tanto el IRPF, que grava en una importante parte las ganancias procedentes de las rentas del trabajo, como el Impuesto sobre Sociedades que incide en los beneficios empresariales y el IVA, aplicado al consumo, han registrado importantes crecimientos en comparación con el año anterior.
En el IRPF, las retenciones sobre los rendimientos por trabajo marcaron una importante diferencia del 7,8%, aún más si se tiene en cuenta que el mercado laboral vio paliada la influencia de la paralización temporal de la actividad y los cierres de algunas actividades económicas por la aplicación de los ERTE. Su progresiva desaparición y la recuperación de los sueldos íntegros han provocado una mayor recaudación por este tributo.
EMPRESAS
Las empresas también vivieron el pasado ejercicio una situación más favorable que en el año de la pandemia, y sus esfuerzos por recuperarse se reflejan en los datos que ha ofrecido hoy la Hacienda de Gipuzkoa, que afirma haber recaudado casi 21 puntos porcentuales por encima de lo que lo hizo en 2021.
Por su parte, el aumento un 18% de los ingresos procedentes del IVA da muestra de que la mejoría de la situación económica y la instauración de los ERTE que han permitido conservar buena parte de los puestos de trabajo tiene como consecuencia un aumento del consumo.