Biniam Girmay hizo historia en el Giro. El primer ciclista de raza negra en vencer una etapa en la carrera italiana y también en una grande. Un hito sin parangón. Pionero. El eritreo, de 22 años, completó un magnífico esprint en Jesi para derrotar a Van der Poel. Reventó al neerlandés. Lo sentó sobre el sillín, incapaz Van der Poel de mantener el pulso con el africano, que lanzó un esprint para la memoria colectiva. Girmay bramó su felicidad antes de acceder al podio como vencedor de la etapa.
La ceremonia discurría con normalidad hasta que Girmay tuvo que abrir la gran botella de espumoso que acompaña al vencedor. La liturgia de las victorias. El ciclista trató de abrir la botella en una postura complicada, ya que la botella estaba en vertical y Girmay agachado sobre ella.
Al abrir la botella, la agitación de espumoso hizo que el corcho saliera despedido violentamente, a gran velocidad, e impactó en su ojo izquierdo. Girmay fue trasladado al hospital para una revisión. Regresó con un parche en el ojo del centro médico.
Posteriormente, celebró en el hotel de su equipo, el Intermarché, la victoria. Estaba en duda su participación en la etapa de este miércoles en el Giro. Finalmente, Girmay ha decidido no arriesgar y no saldrá a disputar la jornada para que su ojo izquierdo se restablezca del todo. Es una medida de precaución.