La Copa le llega a Osasuna en un momento delicado, con dudas en la Liga por la mala racha de resultados, en donde lleva diez jornadas sin conocer la victoria, también con chaparrón en defensa y niebla en el ataque. La acumulación de partidos le brinda a los rojillos la oportunidad inmediata de ponerse manos a la obra para la búsqueda de soluciones y, por esto, a Osasuna no le queda sino afrontar la eliminatoria ante el Girona como una ocasión para el reencuentro consigo mismo, como una buena coyuntura para la terapia, que en fútbol fundamentalmente tiene que ver con los resultados, pero también con hacer las cosas bien.
Con la pesada mochila de la Liga a cuestas, los rojillos afrontan un partido difícil frente a un equipo de Segunda con aspiraciones de regresar a Primera y que atraviesa un buen momento. Por ello, a nadie le debería sorprender que hay una prueba exigente por delante que reclama una buena versión del equipo, una versión que habrá que sacarla de algún sitio, redescubrirla o fabricarla. Hoy le va a tocar principalmente a los no utilizados en la Liga defender los intereses de Osasuna y, quizás, también enseñar a los técnicos que forman parte de la solución para la crisis en el campeonato regular.
Alkiza –el entrenador principal ante la baja por covid de Arrasate– se ha llevado a Girona a casi todos los jugadores en condiciones. Solo se han quedado en Pamplona por cuestiones técnicas Lucas Torró, Cote, Rober Ibáñez y Barbero, mientras que se ha abierto la puerta en la convocatoria a Unai Dufur –el central del Promesas que ya viene contando en los entrenamientos del primer equipo– y a Iker Benito. La presencia del joven extremo, un futbolista apreciado por los técnicos y con indudable proyección, es la novedad más destacada en la citación.
Lo que tiene un punto de galimatías es la configuración de la alineación. La ausencia de Sergio Herrera por covid incide directamente por lo menos en los dos próximos partidos –el de hoy y el del domingo, periodo de baja que en principio se le asigna– y en el reparto de papeles en los dos porteros, Juan Pérez y Darío. Alkiza eludió ayer definir la titularidad en la meta para el encuentro de esta tarde, pero resulta claro que el horizonte del compromiso de Liga con el Cádiz se otea en la toma de decisiones.
Sin pistas acerca de la alineación, de lo poco que queda claro es que el Chimy Ávila será el referente principal en el ataque. Castigado para jugar en la Liga por la expulsión frente al Athletic, el delantero argentino va a tener una buena oportunidad para probarse desde el principio frente a un contrincante de nivel, que va a poner las cosas difíciles. Jonas Ramalho, exjugador del conjunto catalán, podrá enfrentarse a sus antiguos compañeros.
En el Girona, la mejor noticia para Osasuna es que Stuani, el delantero uruguayo –máximo realizador de Segunda con 14 goles–, no está disponible para jugar y eso tiene su punto tranquilizador. El equipo que dirige Michel está en racha y se ha colado en puestos de promoción de ascenso en la Liga. Pero a nadie le desagrada un dulce y la Copa puede serlo. Para Osasuna, medicina.
los datos
Iker Benito, novedad. El extremo del filial Iker Benito viajó ayer con la primera plantilla. El defensa Unai Dufur, citado ya ante el Athletic para la Liga, es otra de las novedades.
No citados. No viajaron Herrera y Darko por covid, los lesionados Aridane y Areso y los descartados Torró, Cote, Barbero y Rober Ibáñez.
La duda del portero. Alkiza no quiso adelantar quién será hoy el portero titular, Juan Pérez o Darío, teniendo en cuenta que el domingo hay otro partido.
Arrasate, en casa. El técnico presenciará su segundo encuentro desde lejos por culpa de la covid.
Stuani no juega. Cristhian Stuani, máximo goleador de Segunda con 14 goles, es baja para hoy –en principio por covid–.