Día tras día, la tensión sigue escalando entre la izquierda abertzale oficial y GKS, el grupo crítico con Sortu y EH Bildu que en las últimas semanas ha protagonizado enfrentamientos verbales e incluso físicos con Ernai –juventudes de Sortu–.
Ahora, tras los incidentes de la semana pasada en Donostia en relación al material del gaztetxe de la Parte Vieja, el choque entre los dos grupos ha dado paso a una sucesión de comunicados en los que figuran acusaciones y reproches mutuos.
Tras una misiva de militantes de Ernai publicada el pasado miércoles, ayer jueves GKS contestó con un texto publicado en una web afín en el que acusan a la izquierda abertzale de "ataques", "agresiones físicas" e incluso de despidos laborales de militantes del Mugimendu Sozialista "por motivos políticos".
En este texto, titulado Sobre el momento político, este grupo crítico con la línea oficial de Sortu relata que a lo largo de la última semana la izquierda abertzale "ha elevado la tensión y la ha llevado al máximo" en contra del Mugimendu Sozialista. "Prueba de ello son la difamación, el señalamiento público, el despido del trabajo por razones políticas o el haber agredido a un militante tras haber sido perseguido hasta su casa el pasado sábado por la noche, después de haberle señalado en público durante toda la semana", detalla el comunicado de GKS.
A continuación, desde el Mugimendu Sozialista cargan en concreto contra el parlamentario de EH Bildu Iker Casanova, que esta misma semana situó a GKS fuera de la izquierda abertzale y negó que hubiera conflicto alguno en el seno de su espacio político. Sobre estas declaraciones, la nota asegura que la coalición soberanista intenta "hacer como si no existiéramos a nivel mediático y público, y como si fuéramos un grupúsculo radical sin ningún tipo de importancia política". Acto seguido, incluye en la crítica a Arnaldo Otegi: "Otegi también se ha limitado a decir eso cuando le ha tocado".
Choques en las fiestas
El comunicado de ayer jueves de GKS se refiere también en lo ocurrido en fiestas populares de municipios y barrios, donde ha habido choques en las últimas semanas que amenazan con recrudecerse a lo largo de este verano. "El Movimiento Socialista ha sido expulsado de txosnas y espacios públicos y en varios pueblos y barrios la juventud de la izquierda abertzale se ha dedicado exclusivamente a intentar bloquearnos y debilitarnos", denuncian los críticos de la izquierda abertzale.
En cualquier caso, GKS dice que trabajará por evitar que la tensión vaya a más y, en esa línea, reclama a la izquierda abertzale oficial que "cambie su postura" y "acepte y normalice" la existencia del Movimiento Socialista.
"Es condición necesaria fijar una relación de mínimos y unas líneas rojas entre los dos movimientos. En caso de seguir esta situación violenta y de aumentar la tensión, será la clase trabajadora la que tenga más que perder", concluye el comunicado.
Con todo, parece difícil que la relación entre el sector oficial y los críticos pueda reconducirse a corto plazo, ya que en los últimos días la tensión no ha hecho sino aumentar y los reproches a través de comunicados y en redes sociales se han convertido en algo habitual.