El grupo GKS, un colectivo escindido de la izquierda abertzale y crítico con los postulados de la política institucional, ha denunciado haber sufrido más de 50 identificaciones y varias multras tras la manifestación que organizó el pasado sábado 28 de enero en Pamplona.
El colectivo, que organizó varias manifestaciones simultáneas en diferentes puntos de Euskal Herria, denunció el viernes frente al Parlamento foral una “persecución” que a su juicio atenta contra sus “libertades políticas”, tal y como sostuvo una de las portavoces del colectivo, Edurne Abaigar. “Solo en la Comarca de Pamplona han sido 50 los identificados, entre otras cosas, por la colocación de carteles, pancartas y reparto de folletos”, concretan.
De todo ello responsabilizan a “los políticos”, ya que “tienen el objetivo de bloquear políticamente a todo aquel que se organice y movilice al margen de su farsa, mientras protegen los intereses de grandes empresarios y banqueros”.
“Frente a ello, desde GKS nos reafirmamos en la elección de reforzar la independencia política de la clase trabajadora”.
Para hacer frente a las multas, la escisión va a organizar festivales y va a imprimir bonos de ayuda para recaudar fondos. Además, van a hacer una campaña de denuncia pública de los hechos.