La micología es un mundo fascinante. Así lo expresan Tatxo Martínez y Natalia Castellanos, dueños de la única tienda en Pamplona especializada en setas y hongos, que se encuentra ubicada en la calle Joaquín Lizarraga 6, en el barrio de la Rochapea.
Gobeies es el nombre con el que bautizaron al establecimiento hace ya 11 años, queriendo hacer referencia a una zona de Lodosa donde Martínez se crió. “Yo crecí en un lugar muy bonito al lado del río. Recuerdo los brazos del Ebro y la vegetación, que me dejaba asombrado. Allí mi padre tenía una fábrica de conservas, y mientras él trabajaba, yo investigaba un poco el entorno”, relata Martínez con unas palabras llenas de nostalgia.
De su familia heredó la pasión por los hongos. Solían ir con frecuencia al mercado y al monte, y él acabó cautivado por la micología. “Al final decidí abrir mi propia tienda de setas y hongos porque quería dedicarme a lo que de verdad me gusta”, destaca.
ASESORAMIENTO GRATUITO
Además de vender toda clase de hongos y productos navarros, también asesoran a aquellos clientes que quieren saber si sus setas son comestibles o no. “Esto no fue idea mía”, señala Martínez. Cuando instaló el negocio, estuvo patrocinando el parque micológico de Ultzama, y el director del recinto, Javier Gómez, le propuso montar una consultoría en la tienda. “Al principio venía él, aunque después de tantos años aprendí muchísimo y ahora lo hago yo”, indica el experto, entre risas, sin dejar de comentar el enorme cariño que le guarda a Gómez, a quien define como un “verdadero crack del mundo de las setas”.
Aunque las consultas son gratuitas, “la gente siempre es muy generosa. Nos suelen regalar queso y otros productos”, detalla. Normalmente, la pregunta más frecuente por parte de los clientes es si pueden consumir o no ciertas setas que han cogido ellos mismos en el monte. “Yo siempre digo que las setas frágiles y pequeñas son todas malas”, expresa Martínez.
Además, el especialista aconseja a quienes van a recoger hongos al monte que lo hagan en una cesta y no en una bolsa de plástico, para que estos “transpiren de forma natural”. También es importante limpiarlos de tierra y, sobre todo, ser respetuoso con el medioambiente. “El bosque te da setas según te comportas con él. Si eres malo con la naturaleza, no vas a coger nada. Las setas se esconden, es como si te estuvieran observando. En cambio, si te comportas bien, el bosque te dará cosas buenas”, puntualiza Martínez.
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LO QUE MÁS SE VENDE
En otoño, el hongo boletus es el gran protagonista. Según el micólogo, existen cuatro tipos diferentes (pinícola, edulis, aereus y reticulatus), y todos ellos se venden igual de bien. “Ahora mismo el rey de los hongos es el boletus”, asegura. Por el contrario, en primavera gana protagonismo la seta perrechico.
Tanto Tatxo Martínez como su mujer, Natalia Castellanos, se muestran sorprendidos por la “calidad inmejorable” del producto de este año. “Especialmente en el norte de Navarra han caído bastantes tormentas, y eso beneficia la calidad de los hongos”, afirma Martínez.
En términos generales, ambos están muy satisfechos con su tienda. “Nos va bien y nos encanta nuestro trabajo. Además, esta temporada ha sido genial, la gente se lo ha pasado bien en el monte. Hemos llegado a recibir 30 llamadas al día”, detalla Castellanos.
Sin embargo, el negocio les impide frecuentar la naturaleza para recolectar hongos tanto como les gustaría. “Al principio, cuando no teníamos clientes, íbamos muchísimo. Pero ahora, cuando es temporada no tenemos tiempo”.
Así, en lugar de ir al monte, ambos disfrutan de las setas y los hongos en Gobeies, un espacio muy especial para la micología.