La reciente propuesta de flexibilizar las bajas laborales ha generado un intenso debate. La iniciativa, impulsada por la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, busca introducir un mecanismo que permita a los trabajadores que se encuentren en situación de baja médica reincorporarse al trabajo de manera paulatina.
La ministra de Sanidad, Mónica García, manifestó este sábado su disposición a discutir el tema, pero se mostró tajante al subrayar que las bajas laborales son decisiones médicas, no políticas. Durante el acto de apertura del curso político de Más Madrid, García defendió que cualquier reforma debe centrarse en la “recuperación y los derechos de los pacientes”. Además, dejó claro que las bajas laborales “las dan los médicos”, no los empresarios, en referencia al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.
“Los propios médicos y algunas asociaciones de pacientes nos dicen que quizás la reincorporación al trabajo debería ser gradual, y tenemos que buscar mecanismos para hacerlo”, afirmó la ministra. Sin embargo, insistió en que bajo ninguna circunstancia las bajas pueden convertirse en una herramienta de coacción que obligue a los trabajadores a volver antes de estar preparados. “No puede ser una herramienta de supuesta flexibilidad o supuesta voluntariedad en la cual al final acabemos viendo coacciones para que haya altas voluntarias o para que los pacientes vayan a trabajar antes de tiempo”
El respaldo a esta postura vino por parte de Félix Bolaños, ministro de Presidencia, quien defendió la propuesta como “un proyecto en proceso” que se negociará “de la mano del diálogo social”. En su intervención durante el Foro La Toja, Bolaños subrayó la importancia de debatir y ajustar la propuesta para mejorar las prestaciones de incapacidad temporal y facilitar la reincorporación de los trabajadores de manera segura. “Es absolutamente normal que haya diferentes opiniones sobre un proyecto que busca mejorar la situación de las personas con incapacidad temporal”, declaró.
Pero no todos ven la propuesta con buenos ojos. Unai Sordo, secretario general de CCOO, ha sido uno de los más críticos, calificando la idea de un “absoluto disparate”. Durante una concentración sindical, Sordo criticó con dureza la iniciativa y pidió a la ministra de Inclusión, Elma Saiz, “salir de ese charco cuanto antes”. Según Sordo, la prioridad debe ser garantizar la recuperación plena de los trabajadores antes de su vuelta al empleo. “Las bajas están para recuperar la salud de los trabajadores y trabajadoras”, sentenció.
En línea con esta postura, Íñigo Errejón, portavoz de Sumar en el Congreso, lanzó un mensaje tranquilizador a los ciudadanos, asegurando que mientras su formación esté en el Gobierno central, no habrá recortes en los derechos de los trabajadores.