Gobierno vasco y Confebask defendieron hoy ante representantes de la Comisión Europea el mecanismo de los Pertes regionales como método para que los fondos europeos de recuperación acaben llegando al tejido empresarial, sobre todo el conformado por pymes. Según los cálculos del Ejecutivo vasco, y en función del peso del PIB de la CAV en el total del Estado -en torno al 6%-, ese volumen ronda los 1.050 millones de euros, pero se corre el riesgo de que se quede en nada, puesto que en 2026 finaliza el período de ejecución de los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (vector fundamental del programa Next Generation).
Los representantes comunitarios consideraron "viable" la propuesta conjunta de la Administración y la patronal, pero recordaron que la decisión política para acometer un cambio en la gobernanza y gestión de los fondos corresponde a cada Estado. No obstante, según fuentes del Departamento de Economía del Ejecutivo vasco, los dirigentes de la Comisión Europea se comprometieron a trasladar al Gobierno español las preocupaciones expresadas y su propuesta de modificación para que sean tenidas en cuenta.
En la reunión, desarrollada de forma telemática, tomaron parte por parte del Ejecutivo Iñaki Barredo, Viceconsejero de Economía y Fondos Europeos; Yurdana Burgoa, jefa de Gabinete y Coordinación; Juan Alberdi, Director de Fondos Europeos y Política de Cohesión; y Marta Marín, Delegada del Gobierno Vasco en Bruselas. Por parte de la Comisión Europea, participaron Celine Gauer, Jefa del Grupo de Trabajo de Recuperación y Resiliencia de la Comisión Europea, y Teresa Fabregas, Directora del Grupo de Trabajo de Recuperación y Resiliencia. Por Confebask, estuvieron Eduardo Arechaga, director general de la patronal y Pablo Martín, su responsable de Economía.
Las fuentes consultadas resaltaron que los mandos europeos no ven "ningún problema" en la figura de los Pertes regionales siempre que no alteren el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia español. Estos planes descentralizadores, que agilizarían la gestión y llegada de los fondos al tejido empresarial, no implicarían ningún cambio en el Plan estatal. "Europa propone una mayor flexibilidad para mejorar la implantación de los fondos de recuperación. El Estado debe aprovechar la capacidad técnica y administrativa de las comunidades para canalizar los fondos de los Pertes que no están ejecutados. Se trata de una cuestión puramente práctica, porque 17 administraciones tienen más capacidad para distribuir fondos", explicaron las mismas fuentes.
Por su parte, Confebask trasladó que una gestión más "descentralizada y cercana" puede suponer una vía adicional para favorecer el completo aprovechamiento de unas ayudas europeas, históricas en su cuantía y en su objetivo transformador. “No podemos permitirnos el lujo de perder un solo euro por algo que podría resolverse con una participación más activa de las comunidades autónomas en su asignación, gestión y distribución”, indicó la patronal en un comunicado. Los fondos destinados a las empresas están llegando únicamente a las grandes compañías y eso está provocando un gran "escepticismo" entre las pymes, que ven "inasumible" el coste y la lentitud burocrática para optar a estas subvenciones.
Asimismo, Euskadi quiere participar "activamente" en la gestión de los préstamos del Fondo de Resiliencia Autonómica –FRA- incluido en la adenda del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia español, a través del Instituto Vasco de Finanzas (IVF). Este fondo está dotado con hasta 20.000 millones de euros e irá destinado a financiar proyectos privados, públicos y público-privados en ámbitos como el de la vivienda social y asequible y regeneración urbana; transporte sostenible; competitividad industrial y de las pymes; investigación, desarrollo innovación; turismo sostenible; economía de los cuidados y gestión de aguas y residuos y transición energética. En estos momentos, el Gobierno vasco "no tiene detalle de la estructuración del FRA, ni de las condiciones", indicaron las fuentes consultadas.