Gogora salva la resistencia de EH Bildu y PP y reactiva el debate sobre memoria

El trabajo de la ponencia de memoria del Parlamento Vasco fue tan ingente como frustrante, al llegar a su fin en marzo de 2019. La salida a las primeras de cambio del PP de este foro y el pulso entre EH Bildu y el PSE para alcanzar un acuerdo acabaron pesando demasiado. El periodo de 'impasse' que se abrió entonces ha llegado esta tarde a su fin con la aprobación, en el Consejo de Dirección de Gogora, de una nueva dinámica totalmente diferente que tiene en su núcleo un grupo motor formado por tres historiadores y tres víctimas. El objetivo seguirá siendo el mismo, alcanzar un acuerdo amplio sobre la memoria reciente de cara a cimentar la convivencia futura en un proceso que tiene la meta fijada en el próximo Día de la Memoria, el 10 de noviembre.

Esta iniciativa arranca con éxito al haber cosechado 18 votos a favor de los miembros del Consejo más cuatro abstenciones de EH Bildu, PP+C's y los dos representantes de Eudel. Ello abre la puerta al desarrollo de los trabajos, y según fuentes del Gobierno vasco consultadas, "la valoración es muy positiva, abre la posibilidad de trabajar este proceso sin votos en contra". Añadieron que "el tono de las intervenciones ha sido bueno" y que "la iniciativa ha sido bien acogida por las personas que integran el Consejo, logrando un amplio respaldo".

Al inicio de su mandato, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, expresó la intención de desarrollar este debate en el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora. Una vez que la experiencia parlamentaria resultó infructuosa, ahora se probará una fórmula distinta, tal y como se ha expuesto a los representantes del PNV, PSE, EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP+C's en el encuentro presidido por el lehendakari Iñigo Urkullu. El mismo consistirá en establecer una "dialéctica historia-memoria", ha asegurado Artolazabal. "Se trata sobre todo de historizar esas memorias, de explicar y de comprender los porqués", ha añadido.

Jóvenes y reputados

El grupo motor alrededor del que pivotará esta iniciativa está formado por tres historiadores "jóvenes, de reputada e indiscutida trayectoria, expertos en la historia contemporánea y reciente de Euskadi", según informó Gogora. Se trata de Eider Landaberea Abad, Virginia López de Maturana y Unai Belaustegi Bedialauneta, todos ellos doctores en sus respectivos campos. En cuanto a las víctimas, dos de forman parte del propio Consejo de Dirección de Gogora, Josu Elespe (hijo de Froilán Elespe, asesinado por ETA en 2001) y María Jauregi, (hija de Juan María Jauregi, asesinado por ETA en 2000). A ellos se une Axun Lasa, hermana de Joxean Lasa, asesinado por los GAL en 1983.

En cuanto al programa de trabajo establecido, entre marzo y octubre los seis contrastarán su labor con una veintena de expertos en disciplinas vinculadas a las políticas de memoria. Aquí se incluirá la experiencia internacional, la historia reciente de Euskadi y una perspectiva ética y filosófica, junto a las aportaciones de los partidos políticos y los agentes sociales. El equipo de trabajo llevará a cabo su labor con "autonomía y discreción", y presentará las conclusiones del documento de 'Bases compartidas para la construcción social de la memoria en Euskadi' el 10 de noviembre, en el marco del Día de la Memoria. Gogora también informó de los cuatro pilares sobre los que se cimentará este trabajo: el método científico, la experiencia de las víctimas, los derechos humanos y un "propósito constructivo e inclusivo".

Realidad de los hechos y memoria

Esta nueva dinámica se desplegará con "total respeto a la plena soberanía del Parlamento Vasco", así como a la "competencia y capacidad del Consejo de Dirección de Gogora". La consejera Beatriz Artolazabal ha destacado que el proyecto tratará, por tanto, de "trascender el debate estrictamente político sin sustituirlo" y ha añadido que se articulará sobre "la realidad objetiva de los hechos y la memoria de todos y todas, especialmente de todas las víctimas". Según ella, se trata de "una manera renovada de acercanos a nuestro pasado reciente, desde el presente y con una máxima para el futuro: memoria para la convivencia".