Iñaki Osa Goikoetxea y Nicolas Etcheto sellaron ayer el pase a las semifinales del Eusko Label Winter Series de cesta punta profesional con su victoria en el joko de desempate sobre Johan Sorozabal y Julen del Río y generan un efecto dominó en el Grupo B. Para empezar, en su caso personal, ya se encuentran dentro de la siguiente fase a falta de jugar su último choque, fijado para el 23 de enero ante Jon Tambourindeguy –lesionado en sus dos primeras comparecencias, pero que aprovechó ayer para ensayar en Gernika e “intentará llegar a tiempo” para el cierre– y David Minvielle. Además, Diego Beaskoetxea e Imanol López que consiguieron oxígeno con dos victorias seguidas tras una derrota inicial, pueden respirar tranquilos, porque también estarán en la antesala de la final.
Los damnificados de todo ese efecto dominó son los derrotados ayer, que dependían de sí mismos, pero necesitaban ganar. Cabe destacar que Johan, que está demostrando que es un puntista con madera de estrella, y Del Río han dado el callo ante dos combinaciones llenas de galones. Quedan apeados, sí; pero se van de Gernika con la cabeza bien alta. De hecho, el delantero de Biarritz intentó una dejada de revés en el joko de desempate que fue una obra de arte. Erró, pero es remarcable su descaro y valentía; más si cabe en mitad de un set a vida o muerte y con 3-1 en contra ante un Goikoetxea que siempre impone. Eso pone al público de pie.
La liberación de Beaskoetxea, que estuvo presente en el partido, sufriendo desde fuera, y López llegó en el último suspiro del primer joko, al que se llegó en un océano de igualadas. Con el 13 iguales, Johan cometió una falta de saque. Restañó la herida con un txik-txak lleno de valentía. Es un delantero elegante y vistoso. No se amilana. En el 14-14, después de algunos momentos de dudas, Etcheto fue el héroe. El de Bidarte, incómodo durante todo el partido, llegando a romper una cesta, aguantó la derecha poderosa de Del Río y sujetó el set. Goikoetxea zanjó las hostilidades con un cortadón. Ese parcial metió a los veteranos en la siguiente fase.
Pero no estaba todo el trabajo hecho para Goikoetxea-Etcheto, que tuvieron que sufrir. Johan animó la contienda con una capacidad creativa superior. El lapurtarra fue el que puso pimienta. Se agradece su plasticidad y arrojo. Sólidos los azules, desmadejado Nicolas entre los errores y el percance con el mimbre, los jóvenes pidieron un sueño, el de avanzar. 12-15 con diferencias en el luminoso. El cierre del joko fue precioso con un remate de Johan por dentro.
Con todo, en el desempate, con las pulsaciones a mil, entró en juego la jerarquía de los colorados. Iñaki abrió con su sexto txik-txak. El camino se despejó con el 3-0. Etcheto sumó un palo. Johan experimentó y falló. ¿Y qué? Honesto hasta el final. El cierre fue un error de Del Río. Un suspiro.