Bienvenidos al futuro. Ha nacido una estrella. Goiuri Zabaleta se proclamó este domingo campeona del Cuatro y Medio femenino con apenas quince años. La delantera de Leitza dio toda una lección a la hora de mover la pelota, castigar en el peloteo y sellar dejadas. En un prodigio técnico, la navarra apenas dejó opción a la tricampeona Amaia Alday, que no pudo concretar el repóquer consecutivo. La dimoztarra asomó con carácter y fuerza, pero la calidad de Zabaleta convirtió la final en un potro de tortura. Sufrió la vizcaina, incómoda, sin apenas incidencia en los remates de aire, encontrándose de bruces con una pelotari que atrasa fácil, tiene buen encuentro con la pelota y goza de dos manos alegres.
Se arroja al clasicisimo Zabaleta, ese del que hablaba Julián Retegi cuando masticaba horas y horas dentro del mano a mano. Ese que se asfalta de kilómetros en la cancha, de dotar al salpicadero de profundidad, de no rendirse al peloteo e, incluso, abrazarse a él para abrir brechas, a jugar a bote, arrimar, buscar los pies y castigar al contrario. Ese de resistencia y calidad a la hora de sellar las jugadas a apenas un centímetro de chapa. Ese que viste al rival de marioneta de un lado a otro
Alday 11
Zabaleta 22
Duración: 41:51 minutos de juego.
Saques: 2 de Alday (tantos 7 y 8) y 4 de Zabaleta (tantos 1, 4, 6 y 19).
Faltas de saque: Ninguna.
Pelotazos: 264 pelotazos a buena.
Tantos en juego: 4 de Alday y 15 de Zabaleta.
Errores: 3 de Alday y 5 de Zabaleta.
Marcador: 0-1, 0-2, 1-2, 1-4, 4-4, 4-14, 5-14, 5-15, 9-15, 9-17, 10-17, 10-19, 11-19 y 11-22.
Botilleros: Ejercieron de botilleros Mikel Atutxa (con Alday) y Cristóbal Zabaleta (con su hija Goiuri).
Incidencias: Final del Master Laboral Kutxa del Cuatro y Medio disputado en el frontón Las Llanas de Sestao. Lleno. En el primer encuentro del festival, Garai-Bergara ganaron a Arrizabalaga-Bertiz (15-18). Al final del partido fue homenajeado Xabier Sainz de la Maza, alma máter del club Lagun Artea de Sestao los últimos cuarenta años.
Alday, experimentada, cayó en la trampa de Goiuri, que se despidió de Sestao con la txapela en la cabeza y una hoja de servicios de pura gloria. La de Leitza acabó quince tantos y sumó cuatro saques, por apenas cinco errores, entre ellos alguna chapa en ataque que era tanto de haber besado frontis. Zabaleta fue justa vencedora en un 11-22 debatido en 264 pelotazos y 41 minutos de juego. El marcador pudo ser, incluso, más abultado, pues la vencedora llegó a dominar el luminoso por un dramático 5-15 que auguraba un paseo militar. Zabaleta fue todo el partido por delante.
Una tacada letal
Una tacada marcó el devenir de la txapela. El 4-4 fue una volea al txoko de Alday. Se mostró agresiva, espumosa, radical. Acababa de levantar un 1-4 a base de cargas de profundidad y velocidad. La dimoztarra buscó un gancho. Sonó la chapa. Y cambió la película. El guion quedó escrito por manos leitzarras, herederas de dos campeones dentro de la jaula como lo son Abel Barriola y Oinatz Bengoetxea. “Todos los niños y niñas del pueblo han jugado alguna vez a pelota”, revela Zabaleta. Es lo más normal con referentes de talla gigantesca en el espejo. Goiuri ya es una más en la pléyade de figuras en la galaxia pelotazale del municipio navarro.
Un saque abrió la puerta a Zabaleta. En un par de parpadeos, al 4-14. Y no hubo más historia. La navarra sacó réditos con el primer disparo, complicando mucho la labor a una manista poderosa en el resto.
Malas sensaciones
Pudo maquillar el resultado Amaia, mas zanjó la final con un sabor amargo en la boca y malas sensaciones. Se le escapó el partido como arena entre los dedos. Zabaleta fue capaz de tomar el centro de mando de la cancha e, instalada en el cruce de caminos, en mitad del redoble de tambores, admitió los galones con una serenidad impropia.
El 5-14 fue una bonita dejada en la punta de la dimoztarra. Intentó cambiar el signo. Sin riesgo no hay alimento. Caviar a la valentía. Una vez recuperado el saque, Alday no dejaba de negar con la cabeza. No, no y no. No es que fuera imposible derrumbar el luminoso, es que hubo un dominio sin respuesta en favor de los intereses azules.
Trató de responder, de revolverse, de que Zabaleta sufriera. Alday se agarró con uñas y dientes. Pero naufragó. Tres errores de Goiuri favorecieron su ascenso; sin embargo, el resultado jamás corrió peligro pese a llegar al 9-15. La navarra recuperó oxígeno con una bonita dejada al ancho, en respuesta a otra por el txoko que dejó a Alday muy tocada.
Y no se recobró. Zabaleta manejó las aristas del partido como una veterana. Rutilante, demostró de qué madera está hecha. Cuña de campeona.