Gorliz cuenta ya con cuatro radares pedagógicos en dos puntos del municipio: dos de ellos se ubican en Tribiñu Kalea y otros dos se han instalado en Mungia Bidea. Todos están ya en funcionamiento con un propósito informativo, para que las personas tomen conciencia de la velocidad a la que circulan. En ningún caso los datos almacenados se usarán para emitir multas o sanciones, ya que no se registrarán matrículas ni se identificará a los conductores o vehículos.
Estos dispositivos incluyen un display en el que se muestra la velocidad del vehículo en verde o rojo, en el caso de que se superen los treinta kilómetros por hora instaurados como límite de velocidad en estas calles de Gorliz. La alcaldesa, Nagore Utxupi, subraya que se trata de una medida que busca “única y exclusivamente poder disfrutar de un Gorliz más seguro”. En este sentido, incide en que el objetivo de los radares es “lograr reducir la velocidad de los vehículos que transitan por esas zonas y fomentar el respeto y la conciencia por el límite de velocidad”, en suma, “que Gorliz sea más seguro para todos”.
Es, en definitiva, una medida para favorecer un entorno más amable en el que los vecinos puedan caminar con mayor tranquilidad. Tal y como recuerdan desde el Ayuntamiento, la posibilidad de que un peatón pierda la vida en un atropello depende, entre otros aspectos, de la velocidad del coche contra el que impacta.
El Consistorio ha realizado una inversión de 11.671 euros para poner en marcha estos radares, que funcionan mediante paneles solares, es decir, utilizan energía renovable, de forma que “también se da continuidad a la apuesta del gobierno local por la eficiencia energética y por avanzar en la construcción de un municipio sostenible”, subraya Utxupi. Asimismo, la regidora recuerda que los radares recogerán distintos datos como el número de vehículos que pasan y velocidad a la que circulan para tener estadísticas. De esta forma, el Ayuntamiento podrá valorar la opción de recolocar los radares en aquellos casos en los que se haya detectado que ya no son necesarios y se pueden instalar en nuevos puntos donde se perciba que hacen falta.